Niños indignados por la violencia no pierden la esperanza de una sociedad mejor

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Es doloroso amanecer todos los días con noticias nefastas sobre niños, niñas y adolescentes sometidos a una serie de violencia. Inocentes, débiles en relación a la fuerza “bruta” de los adultos, sensibles a los gritos, a las miradas y a las amenazas, temerosos e inseguros aún, pero llenos de vida, de amor, de paciencia y sobre todo de esperanza por un futuro mejor, así son los niños, que ven en su entorno a personas, que a su tierna edad, piensan que deben amarlos.

Pero las estadísticas señalan que el 80 por ciento de los hechos violentos contra los niños, son cometidos por los seres más cercanos y en el lugar que debe ser el más seguro, el “hogar”.

¿Cobardía? Sí cobarde aquel que mide su fuerza con un niño, una niña o un adolescente, que se cree el todopoderoso ante un ser, obviamente, más débil ya quisiera él o ella enfrentarse a una persona en sus mismas condiciones.

Es por eso que al recordarse los 25 años de la vigencia de la Convención Internacional de la Niñez, emitieron un manifiesto en el que expresan no sólo sus sentimientos y pensamientos, sino también plantean propuestas base sobre las que deben reflexionar los adultos.

Este manifestó salió de la articulación de “Niñas, Niños y Adolescentes Unidos por un Futuro Mejor”, que es una organización que nació con el impulso de la Defensoría del Pueblo y la Alianza Interinstitucional “Creciendo Alegres”, cuyos integrantes son la niñez y adolescencia trabajadora, gobiernos estudiantiles, niñez y adolescencia de diferentes agrupaciones, quienes miran su realidad, la analizan y a través de diversas acciones, luchan por sus derechos.

Los niños, niñas y adolescentes, expresan su indignación por todos los hechos de violencia que atentan contra su integridad física y emocional, que en muchos casos terminan con sus vidas.

Nos angustian, dicen, las formas de explotación laboral a la niñez, el abandono y maltrato en nuestras familias, el maltrato en las escuelas, en la comunidad, el uso de los golpes, tanto físicos como verbales a título de disciplina, sin tomar en cuenta nuestra vulnerabilidad, ya que no tenemos condiciones para defendernos o denunciar estos hechos.

Además, “nos preocupa vivir atemorizados por los raptos y secuestros, para fines de explotación sexual, esclavitud o tráfico de nuestros órganos, estamos tristes por ver a nuestras madres golpeadas por nuestros padres o nuestras familias destruidas por diferentes causas, nos agobia el excesivo consumo de bebidas alcohólicas de muchas personas de la comunidad.

Estas son algunas preocupaciones que generan una suerte de estrés en los niños, aunque no pierden la esperanza de vivir en un hogar feliz, en una escuela que les otorgue las ganas de estudiar y tener un proyecto de vida; en una sociedad donde puedan jugar libremente, sin temor alguno.

“Estamos conscientes que también tenemos obligaciones, pero no olvidemos que mucho depende cómo crecemos, qué valores nos enseñan, y si las personas adultas también los practican y nos dan buenos ejemplos. Porque con el ejemplo nos enseñan y hasta hoy, lo único que aprendemos, es cómo ser más violentos; Nacimos gracias a la decisión de ustedes, tenemos la valiosa oportunidad de acompañarnos en la vida y estamos aquí para ser buenos ciudadanos”, sostienen.

Es por ello que exigen y piden a las autoridades y la sociedad toda, que se cambie de actitud, que inviertan en la niñez y adolescencia todo esfuerzo, no solo económico, sino el más importante, el afectivo, “porque entre todas y todos, podremos construir una sociedad pacífica, con cimientos en los valores que son la mayor riqueza del ser humano. Porque nunca es tarde para cambiar proponemos construir juntas y juntos una mejor sociedad”.

Esta es la voz de las niñas, niños y adolescentes, que aún confían en los adultos, viendo en ellos un apoyo, es así que existen instituciones comprometidas con el presente para lograr un futuro prometedor, libre de violencia, y lleno de respeto, paz, armonía, paciencia y sobre todo amor, en equilibrio con la naturaleza, con su entorno y con su interior.

SON TIEMPOS DE ALIANZAS

Hoy más que nunca, la niñez y adolescencia exige a las autoridades y la sociedad toda, el respeto y vigencia de sus derechos humanos, ante varias problemáticas que tienen una connotación de extrema violencia; varias organizaciones de la sociedad civil, tanto públicas como privadas, responden a este requerimiento formando y consolidando una alianza que logre trazar metas comunes con estrategias de impacto y cambios profundos; de esta manera construir una sociedad que reconozca y valore a las niñas, niños y adolescentes como sujetos de derecho.

“Alianza Interinstitucional Creciendo Alegres” es el nombre que identifica a Aldeas Infantiles SOS, Asociación de Promotores de Salud de Área Rural (Aprosar), Asociación Multidisciplinaria Chaski –Educatic, Casa Vida, Centro de Investigación, Educación y Servicios (CIES), Child Found, Defensa de Niñas y Niños Internacional-Oruro (DNI), Defensoría del Pueblo, Dirección Departamental de Educación, Dirección de Igualdad de Oportunidades-del Gobierno Autónomo Municipal de Oruro (GAMO), a través de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia (DNA), Encuentro Temprano Oruro – ETO-VIVA, Fe y Alegría, la Secretaría de Desarrollo Social del Gobierno Autónomo Departamental de Oruro (Gad-Oru), Servicio Departamental de Salud (Sedes), Servicio Departamental de Gestión Social (Sedeges), Unicef y Visión Mundial.

En esta ocasión a nombre de todas las instituciones participantes, la representante de la Defensoría del Pueblo, Clotilde Calancha expresó que bajo el lema “Conciencia comprometida con los Derechos Humanos” han emprendido el compromiso de trabajar por los derechos humanos de toda la ciudadanía, porque se han identificado poblaciones con alta vulnerabilidad, mujeres, niñas, niños y adolescentes, adultas y adultos mayores, personas con discapacidad, indígenas campesinos, privados de libertad, personas con diferente orientación sexual, personas que viven con el VIH-Sida, a quienes atienden y ayudan en sus preocupaciones recordando también con ellos las normativas propias de su sector para el cumplimiento y el ejercicio pleno de sus derechos.

“La realidad social en la que estamos viviendo donde las mujeres, niñas, niños y adolescentes, son víctimas potenciales de todo tipo de violencia ha motivado a la Defensoría del Pueblo a nivel nacional, priorizar actividades tanto en promoción y difusión de sus derechos como también programas de prevención. El Defensor del Pueblo, Rolando Villena Villegas, ha lanzado alerta a la población boliviana frente a la recurrente violencia hacia las mujeres como también la urgente y preferente atención que deben merecer las niñas, niños y adolescentes”, expresó Calancha.

En el afán de no dispersar esfuerzos se ha impulsado la Alianza Interinstitucional “Creciendo Alegres” con instituciones públicas y privadas, bajo un solo objetivo “Defender a las infantes, niñas, niños y adolescentes”.

Asimismo, se ha iniciado la formación de Comités Integrales en las escuelas abarcando a 55 unidades educativas con la participación de maestros/as, madres/padres de familia y alumnos.

Se espera que todo esto que se está impulsando, no caiga en “saco roto” y que todo el esfuerzo que se está haciendo por construir una vida sin violencia, desde las instituciones, no se vea truncado por el mal ejemplo que los adultos, consciente o “inconscientemente” brindan a los niños.

Fuente: LA PATRIA