Domingo 07 de marzo de 2010

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Es tiempo de prestar mayor atención a la enseñanza evangélica. Esta es una súplica de nuestro Salvador, que, ante nuestra pasividad (no crecemos, no producimos) se vio obligado a ejemplos extremos:
-“Uno tenía una higuera plantada en su viña, y fue a buscar fruto en ella, y no lo encontró. Dijo entonces al viñador: Ya ves: tres años llevo viniendo a buscar fruto en esta higuera, y no lo encuentro. Córtala. ¿Para qué va a ocupar terreno en balde? Pero el viñador contestó: Señor, déjala todavía este año; yo cavaré alrededor y le echaré estiércol, a ver si da fruto. Si no, la cortas”.
Tenemos que renovarnos. Es momento de pensar seriamente, por ejemplo, en la explicación que hizo Jesús cuando se le consultó sobre la sangre de los galileos que “vertió Pilato con la de los sacrificios que ofrecían”.
-Dijo Jesús: “¿Piensan que esos galileos eran más pecadores que los demás galileos, porque acabaron así? Les digo que no; y, si no se convierten, todos perecerán lo mismo. Y aquellos dieciocho que murieron aplastados por la torre de Siloé, ¿piensan que eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? Les digo que no; y, si no se convierten, todos perecerán de la misma manera.
Fuente: LA PATRIA