Martes 18 de noviembre de 2014
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Editorial y opiniones
¿Debería ir a los pobres la asignación estatal a la Iglesia?
18 nov 2014
Maximiliano Corradi
En relación al problema del hambre existen en la actualidad muchas asociaciones y “oenegés” que piden donativos para ayudar a paliar el hambre en el mundo, también hay muchas personas solidarias, sin embargo son muchos los enigmas e interrogantes que existen alrededor de este tema, por ejemplo ¿dónde va este dinero?, ¿son estos donativos realmente una ayuda ante tanta necesidad?, ¿de dónde se podría obtener realmente más?, ¿hay posibilidades para poder ayudar de una forma real a los que pasan hambre?
Una respuesta general es que los donativos para paliar el hambre en el mundo son solo ayudas en situaciones de emergencias. En realidad se deberían ayudar a los países subdesarrollados a través de ayudas al desarrollo, para que éstos luego se puedan ayudar a sí mismos.
Por poner un ejemplo, el gobierno alemán dispone 14.000 millones de euros para ayudar al desarrollo en los países pobres. Curiosamente la misma cantidad que anualmente pone a disposición de la inmensamente rica Iglesia Católica. En el caso de la Iglesia española la cantidad asignada supera los 11.000 millones ¿Pero en la delicada situación económica que se encuentra Europa, es realmente acertado y correcto este dispendio de dinero público justo en países que se declaran constitucionalmente laicos?