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Domingo 07 de marzo de 2010

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Revista Dominical

Comunidad de naciones sin la tutela de Washington

07 mar 2010

Fuente: LA PATRIA

Por: Carlos Fazio

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Reconocido articulista de la prensa mexicana y colaborador de Prensa Latina

La Cumbre de Cancún, que dio origen a la conformación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños tiene varias lecturas posibles.

En principio, es un hecho histórico que 33 países del área hayan aprobado crear un bloque regional sin Estados Unidos y Canadá.

O como se dijo, una nueva OEA sin la tutela del imperio, con el objetivo de promover la concertación política e impulsar la cooperación y la integración de naciones independientes.

Para los países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), promovida inicialmente por Cuba y Venezuela como alternativa al Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), es la oportunidad de crear un contrapeso real a la hegemonía imperial en el subcontinente.

Es decir, de crear un mecanismo latinoamericano y caribeño "sin el coloniaje de Estados Unidos".

El ALCA, que fracasó en 2005 en Mar del Plata, era la integración neocolonial al servicio de las élites estadounidenses y sus corporaciones, asociadas con las oligarquías latinoamericanas.

La actual OEA, que es el mecanismo político diseñado por Washington al final de la Segunda Guerra Mundial, expresa el panamericanismo. Es decir, la hegemonía de Estados Unidos con su doctrina Monroe: "América para los americanos". El vasallaje.

Honduras y Colombia son ejemplos de esa política imperial.

Lo alternativo a eso es el latinoamericanismo bolivariano o los acuerdos regionales, que pueden adoptar formas muy variadas.

Por ejemplo, una unión monetaria y la coordinación de las políticas económica, fiscal y social, por zonas o por sectores, como objetivo estratégico.

Pero huelga decir que esos objetivos están aún distantes.

Las aduanas de Caracas en 2011 y Santiago de Chile en 2012 están a dos años de distancia y pueden pasar muchas cosas.

En ese lapso se habrán de definir los estatutos del nuevo bloque y si será una Comunidad de países como paso previo a crear una unión, como la Unión Europea.

En todo caso, como la definió el canciller brasileño Celso Amorim, el nuevo bloque expresa un "multilateralismo con multipolaridad", lo que en otras palabras significa desarrollar una diplomacia que efectivamente cree contrapesos a las potencias, pero sin confrontarlas.

Los peligros de esa multipolaridad saltaron a la vista, o a las noticias, tras el incidente entre el presidente colombiano, Álvaro Uribe, y el jefe de Estado venezolano, Hugo Chávez.

Como dijo el mandatario boliviano, Evo Morales, Uribe llegó a Cancún a "reventar" la cumbre, como agente provocador al servicio de Estados Unidos.

Pero lo interesante, aquí, para quienes vemos la historia como suma de procesos, es ver el avance de la política de los pequeños pasos, seguida por varios países del área, Brasil, Cuba y Venezuela, por distintos motivos.

Si tomamos como ejemplo a Brasil, podemos ver que desde comienzos de los años 90 impulsó el Mercado Común del Sur (Mercosur), luego la Unión de Naciones del Sur (Unasur) y un Consejo Sudamericano de Defensa y además integra el bloque Brasil-Rusia-India-China (BRIC).

La historia del ALBA refleja a su vez las ventajas de la complementariedad entre economías no tan asimétricas así como la voluntad integradora de los gobiernos de los países miembros.

Ahora, el nuevo mecanismo buscará ser un instrumento más equitativo, que impulse la integración y solución de problemas comunes e incidir como subregión en los asuntos mundiales, funciones que no ha podido cumplirla OEA por su dependencia de Estados Unidos.

El caso Honduras y ahora Haití, son sendos ejemplos de la coyuntura.

Y claro, Estados Unidos buscará torpedear o desvirtuar la organización en ciernes y promoverá la fractura política entre los países del área, ahondada por los recientes giros a la derecha en Chile y Panamá, a lo que se sumó la "legitimación" por Washington, del golpe de Estado cívico-militar en Honduras.

Fuente: LA PATRIA
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