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Domingo 07 de marzo de 2010

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Revista Dominical

A través del desarrollo agropecuario

Fundación Altiplano: un aporte en la lucha contra la pobreza

07 mar 2010

Fuente: LA PATRIA

Por: Patricia Barriga Flores

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La Fundación Altiplano, desde su creación tuvo la constante visión de coadyuvar en la lucha contra la pobreza rural a través del apoyo a la producción agropecuaria.

Es así que en los 10 años de permanente trabajo que desempeñaron, tanto los miembros del directorio como los del personal, consiguieron beneficiar a más de 20.000 familias con la implementación de alrededor de 90 proyectos agropecuarios.

Ésta es una institución privada de interés público, con autonomía de gestión, legalmente constituida desde el año 2000 mediante Resolución de la Prefectura de Oruro bajo las formalidades previstas por la Ley boliviana. No tiene fines lucrativos, políticos o religiosos, y por su naturaleza mixta cuenta con socios (personas jurídicas) vinculados al sector público que apoya el desarrollo rural agropecuario del altiplano y al sector privado compuesto por organizaciones de productores campesinos. Su objetivo principal es contribuir a la reducción de la pobreza rural mediante el incremento de la competitividad del sector agropecuario, el apoyo al uso sostenible de los recursos naturales y la modernización de las organizaciones de productores.

Está presente en el Altiplano de Bolivia, que comprende los departamentos de La Paz, Oruro, Potosí, parte de Cochabamba, Chuquisaca y Tarija, priorizando el desarrollo agropecuario y agroindustrial de prominentes subsectores como quinua, papa, haba, bovinos de leche, ajo, camélidos sudamericanos, además de otros con singular potencial de desarrollo. La visión institucional compromete los mayores esfuerzos para el liderazgo del desarrollo productivo agropecuario y agroindustrial en el altiplano mediante el apoyo a emprendimientos productivos sostenibles, urbanos y rurales, apegados fuertemente a los valores de transparencia, oportunidad, efectividad, calidad y accesibilidad.

Desde el 2008, la Fundación Altiplano ha iniciado su nuevo plan estratégico trienal que armoniza sus actividades con el nuevo contexto político y estratégico del sector agropecuario nacional, fortalece sus vínculos institucionales con aliados públicos y privados, y evolucionan conceptos de apoyo al desarrollo rural agropecuario.

Una de sus prioridades es el apoyo al desarrollo de complejos productivos, concentrando sus esfuerzos en el fortalecimiento de la productividad agropecuaria mediante la incorporación de tecnología competitiva, sostenible, accesible, replicable, y con claras posibilidades de atender la seguridad alimentaria y la demanda marginal de consumo externo. Así mismo atiende el apoyo al desarrollo de empresas rurales mediante el mejoramiento de emprendimientos dirigidos a la elaboración de productos transformados y la comercialización de éstos en condiciones ventajosas.

Finalmente prevalece el apoyo al desarrollo institucional del sector promoviendo la generación de sinergias entre los actores que apoyan el desarrollo agropecuario del altiplano, pues el establecimiento de redes dinámicas de información, comunicación y educación son acciones permanentes.

Entre los programas que ejecuta se encuentra el de cereales andinos, dirigido al desarrollo agrícola y agroindustrial de la quinua y cañahua particularmente, cuyo espacio natural de producción es el altiplano donde se encuentra la mayor diversidad genética y cuya proyección de demanda en el mercado mundial de alimentos es muy auspiciosa.

También está el de las leguminosas, dirigido al desarrollo prioritario, agrícola y agroindustrial, del haba, cultivo que cuenta con gran adaptación a las severas condiciones climáticas del altiplano y goza de una importante demanda nacional y mundial para consumo en fresco y como materia prima para la industria transformadora.

Otro de sus programas es el de camélidos sudamericanos, dirigido a fortalecer la crianza tecnificada de llamas y alpacas y la transformación industrial sobre la base de la fibra altamente cotizada por la industria textil; la carne con bajo contenido de grasa y alto contenido de proteína; y el cuero, bien demandado en el mercado de las manufacturas en general.

Y por último se encuentra el programa Nuevas Oportunidades, dirigido a revelar las singulares alternativas de producción agropecuaria que tiene el altiplano, cuya tecnología, oportunidad de mercado y posibilidades de réplica deben desarrollarse y/o validarse a efectos de convertirse en probadas oportunidades de progreso para los agricultores campesinos. Varios tubérculos y hortalizas, así como animales menores y silvestres son incorporados a este programa.

Desde la gestión 2005, la Fundación Altiplano acordó con la Embajada Real de Dinamarca la financiación de cerca de 1.4 millones de dólares para la implementación del subcomponente de desarrollo de empresas rurales (DER).

El apoyo al desarrollo de empresas rurales coadyuvó a la reducción de la pobreza rural a través del fortalecimiento integral de emprendimientos agroindustriales sostenibles en complejos productivos promisorios, su vinculación con el mercado, y el mejoramiento de la calidad en la prestación de servicios de desarrollo empresarial.

Al menos 90 emprendimientos rurales del altiplano boliviano demandaron apoyo que fue atendido entre diagnósticos empresariales básicos, formulación de proyectos y financiamiento de aquellos negocios viables.

También se ha trabajado para mejorar el acceso a servicios de desarrollo empresarial y su calidad, a través de la alianza con socios estratégicos: un Sistema Virtual de Información y Servicios de Desarrollo Empresarial, un Programa de Capacitación en Servicios de Desarrollo Empresarial Rural graduando cerca de 230 profesionales oferentes de servicios de La Paz, El Alto, Uyuni, Challapata, Potosí, Oruro y Patacamaya en el grado de diplomado que han mejorado la calidad de sus servicios y están asistiendo a muchos empresarios agroindustriales rurales que demandan apoyo, de igual forma se desarrolló un proyecto de bioinsumos para la producción orgánica de quinua iniciando la asistencia con grupos de productores vinculados a empresas rurales apoyadas por la Fundación Altiplano.

Los primeros resultados ya mostraron las ventajas de esta nueva tecnología que coadyuvó al incremento en los rendimientos del cultivo y su adaptación al cambio climático.

La Fundación Altiplano en alianza con el Proyecto MAPA (Acceso a Mercados y Alivio a la Pobreza)/Usaid Bolivia ejecutó el proyecto de Producción de flores inmortalizadas de quinua para mercados nacional y de exportación, en su fase I. El proyecto asistió a 35 mujeres de Caracollo (Oruro) en el desarrollo de sus capacidades para la transformación y búsqueda de mercados externos de las panojas inmortalizadas, producto innovador con gran potencial económico. El desarrollo empresarial de este emprendimiento fue complementariamente fortalecido por el programa DER/APSA II de la ERD para mejorar la infraestructura, equipo, registros y las capacidades administrativas y comerciales. A la conclusión exitosa de la primera fase, se acordó continuar apoyando al grupo emprendedor conviniendo una protagónica participación del grupo emprendedor en la gestión de la empresa.

La Fundación Altiplano, en sociedad con el Proyecto MAPA II (Acceso a Mercados y Alivio a la Pobreza)/Usaid Bolivia, los Gobiernos Municipales de Challapata, Quillacas y Pazña, y asociaciones de productores, implementó desde el 2008 el proyecto de producción comercial, ecológica y comunitaria de quinua en fincas modelo del altiplano orureño y paceño. La fundación opera el proyecto de forma directa y ha incorporado este concepto a su nueva estrategia institucional de apoyo a la producción primaria. El proyecto coadyuvó al fortalecimiento de las capacidades para la producción de quinua de más de 10 organizaciones de agricultores que aplicaron tecnología competitiva de riego, biofertilización, mecanización y semilla.

Esta institución priorizó el establecimiento de nuevas alianzas y el fortalecimiento de sus actuales vínculos con el afán de desarrollar una red de actores institucionales cuyo interés común es el apoyo para el desarrollo del sector agropecuario y agroindustrial del altiplano.

Las relaciones con los gobiernos municipales se enfocaron en la implementación de políticas de desarrollo agropecuario construyendo marcos institucionales adecuados que garanticen la viabilidad y sostenibilidad del desarrollo productivo de los territorios rurales y la reducción de la pobreza.

La fundación no ha dejado de fortalecer los vínculos construidos con cerca de 50 organizaciones de productores agropecuarios del altiplano manteniendo sólidas relaciones de cooperación. Más de 100 micro y pequeños empresarios agroindustriales rurales y periurbanos se han sumado a esta alianza de desarrollo de forma directa o a través de sus organizaciones gremiales.

PROYECCIÓN

En el marco de su nueva estrategia, la Fundación Altiplano intervendrá preferiblemente en espacios productivos con probadas capacidades de beneficio tecnológico, económico, social y medioambiental.

Prevé en el corto plazo incrementar los esfuerzos para atender con mayor eficiencia: la productividad en pequeños predios, la generación de empleo en la agropecuaria, la generación de productos de alto valor, las iniciativas agroindustriales, y la economía rural no agrícola pero complementaria.

No dejarán de ser importantes aquellos aspectos transversales de tal forma que la agropecuaria y agroindustria sean los espacios adecuados para: i) motivar y premiar la igualdad de género, generaciones y culturas; ii) la atención a los temas que hacen vulnerable a la agricultura al cambio climático; iii) la generación de servicios ambientales en las actividades agropecuarias; iv) la preservación de los recursos naturales como patrimonio tangible de las generaciones actuales y futuras; y v) la gestión de políticas públicas locales para el desarrollo del sector.

Sin duda el contexto social, político y económico de nuestro país, las tendencias de la economía mundial, la migración rural-urbana, la implementación de políticas públicas nacionales y sectoriales serán factores relevantes para el cumplimiento de metas y el perfeccionamiento de la estrategia de trabajo.

Fuente: LA PATRIA
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