El virus de la rabia canina se expande en la ciudad de Oruro con cuatro nuevos casos con canes vagabundos de entre los centenares que pululan en diferentes zonas de la ciudad, poniendo en peligro a la población de los barrios periféricos pero inclusive del sector central de la ciudad.
Fuera de los casos caninos se presentó uno más en ganado vacuno en la zona de Santa Ana de Paria, que igualmente causa preocupación en esa localidad donde ya se dispuso control sanitario.
En la ciudad en realidad preocupan todos los casos, pues no se trata sólo de dar mayor importancia a los casos cada vez más próximos al centro urbano, de lo que se trata es de cortar el avance del virus y hacerlo allí donde determinen las autoridades de epidemiología dependiente del Servicio Departamental de Salud (Sedes) y del programa de zoonosis, para atacar el mal como corresponde en una situación de riesgo, como ya se registra en la ciudad.
La vagancia de perros en las calles es un peligro latente para la población orureña, pues esas manadas atacan a niños y adultos y esas mordeduras son transmisoras del virus de la rabia, que genera situaciones de riesgo para las víctimas de los ataques caninos.
Los responsables del control epidémico señalan que los perros vagabundos son los transmisores más peligrosos del virus de la rabia, el contagio entre estos animales puede afectar además a mascotas que sin control de dueños también se encuentran deambulando las calles y pueden retornar a viviendas siendo portadores de rabia, por lo mismo esa situación es doblemente peligrosa.
Se anuncia una nueva campaña de vacunación antirrábica canina que se efectuará el primer domingo de diciembre próximo, ocasión en la que se espera inmunizar la mayor cantidad de mascotas entre perros y gatos, con la intención de “cortar la cadena de transmisión del virus” en la ciudad, situación que debe ser tomada responsablemente por la población, para cuidar sus mascotas.
Se entiende implícitamente que tras la campaña de inmunización de mascotas, las mismas unidades dependientes del Sedes y zoonosis del municipio deberán encarar la situación de los perros sin dueño, pues de lo contrario no tendrá ningún efecto la campaña porque los transmisores de rabia seguirán en esa situación de latente peligro para la población.
Las estadísticas son muy concretas, el virus de la rabia se expande en la ciudad y es un peligroso antecedente que pone en peligro la salud de la comunidad, debido a que los transmisores del mal están pululando en los barrios alejados, donde la ciudadanía está más indefensa, pero sucede que también esos portadores del mal ya pasean en gran cantidad por el sector central de la ciudad.
A grandes males, grandes remedios, apunta la sentencia popular y ante el inminente peligro del crecimiento de la población perruna sin control en la ciudad hay necesidad de acudir al sacrificio extremo, en defensa de la seguridad ciudadana como única alternativa para evitar el desenlace de un proceso epidémico de lamentables consecuencias.
La ciudadanía observa con temor el crecimiento incontrolable de la población de canes vagabundos y lamentablemente algunas medidas como el control de procreación simplemente no dan resultado, por lo que el remedio práctico es disminuir la peligrosa población perruna callejera, las autoridades del ramo deben cuidar la salud y la integridad física de la colectividad.
Fuente: LA PATRIA
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