Miercoles 12 de noviembre de 2014
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Todos quedamos embelesados con el Primer Convite, lo cual ratifica que nuestro Carnaval es algo que nos llena de orgullo, siendo deber prioritario defender la Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.
Esa bendita asignación debe ser permanentemente elevada a mayor auge y dignidad comenzando por el directorio de la Asociación de Conjuntos Folklóricos, trabajando en el cumplimiento de las tareas que implican el haber obtenido un Título.
Debemos estar conscientes que son los danzarines y músicos el factor primordial para una buena demostración vernacular de devoción a la Virgen del Socavón, lo cual no da lugar a que terceras personas aparezcan como simples figurones, arrogándose algo que no les corresponde.
La Ley 602 es concreta responsabilizando de la organización y realización del Antruejo de los Andes a tres instituciones, cuyos responsables deben abocarse a cumplir su labor durante 365 días del año y no cuando “las papas queman”.
Defender la Obra Maestra, es posible, si dejáramos de prestarnos a deformar algo que es producto de la Fe Devocional a la Virgen del Socavón. Lo anterior, en estos últimos años, se hizo más perceptible, porque tanto la coreografía de las danzas, su música, han sido llevadas a otras latitudes por gente de nuestra ciudad, no siendo extraño ver disfraces de diablos, morenos, caporales y tobas en países circundantes a Bolivia.
