Día de Todos los Santos en Bolivia

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De tanto Halloween y Día de Gracias a veces se nos queda un vago recuerdito, tomando en cuenta solo a los latinoamericanos de esa tradición que de pequeños teníamos y que tan buenos recuerdos nos trae, les hablo del Día de Difuntos o de Todos los Santos.

No quisiera quedar como un ignaro, afirmando cosas que no conozco, así que solamente contaré algunas cosas de las cuales se dan estos días por Bolivia y sé que en otros lugares de América.

Todo empieza el 1 de noviembre, cuando se arma la tumba en una mesa adornada con panes y otras masas que normalmente se hacen en la casa, con ayuda de la familia, aunque hace algunos años se facilita esta situación porque se venden las masitas una semana antes de esta celebración, para platear lo que significa convidar a los familiares y amistades para que a cambio recen por los difuntos.

Durante ese día se abre las puertas de los domicilios donde se arma la tumba y familiares, amistades y personas oran frente a la mesa donde se preparó todo, recibiendo a cambio un plato de masitas acompañado de vino o chica de maní, otra tradición que es parte de esta fiesta.

El 2 de noviembre las almas vuelven a cielo según las creencias y se despiden de nosotros, dejándonos nuevamente la ilusión de haberlos tenido junto a nosotros por lo menos por un día y la despedida consiste en rezar el rosario por cada difunto, posteriormente se levanta toda la comida que fue preparada para la tumba y se reparte con los asistentes, entregando a quien se encargó de la oración las masas o t’anta wawas más grandes,

Lamento no poder haberlo traducido al inglés porque me hubiera encantado que todos puedan conocer aunque sea un poquito de esta bella fiesta y sé que mis hermanos compañeros latinoamericanos comparten esta tradición, salvo algunas cosas pequeñas, pero en esencia es lo mismo.

Fuente: gunbound.ca