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Sábado 01 de noviembre de 2014

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Revista Tu Espacio

Mitos de la salud dental

01 nov 2014

Por: José Canaviri Vigabriel - Odontólogo - Exclusivo para Tu espacio

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Los dientes de leche de los niños no necesitan tanto cuidado como los de adultos; aunque la duración de estas pequeñas piezas dentales no es mucha y se caen después de algunos años, una pérdida prematura debido a las caries puede interferir en la masticación y también afectar la ingestión de nutrientes. Por otro lado, podría generar el desplazamiento de los dientes adyacentes. Como consecuencia, los dientes permanentes podrían aparecer en posiciones incorrectas.

Los cepillos duros y los enjuagues fuertes limpian mejor; mayoritariamente se acepta que los cepillos duros son más efectivos para eliminar la placa bacteriana y las manchas en los dientes, pero esto no es necesariamente cierto. En realidad, el cepillado con un cepillo de cerdas duras o el cepillado brusco o traumático producen desgaste en el esmalte y retracción en las encías, quedando expuesta la raíz de la pieza dental. Se puede obtener un cepillado eficaz con cepillos de consistencia suave o media. Tampoco es del todo cierto que un enjuague bucal fuerte o con mucho alcohol es indispensable para la salud de las encías; de hecho, los enjuagues con alto contenido en alcohol pueden producir sequedad de los tejidos orales al modificar la cantidad y calidad de la saliva.

Mejor no cepillarme si me sangran las encías; una encía sana no debe sangrar y si lo hace, es porque algo no va bien. La mayoría de los pacientes atribuye el sangrado al cepillarse al tipo de cepillo o a la técnica empleada, sin saber que la causa del sangrado es una enfermedad de sus encías que debe ser tratada. El sangrado de las encías es un signo de inflamación y de enfermedad.

No me hago limpieza dental porque estropean el esmalte; los más nuevos aparatos sónicos y ultrasónicos producen ondas vibratorias que rompen el cálculo dental (sarro) de la superficie del diente sin afectar en absoluto el esmalte. Una limpieza dental o profilaxis profesional no daña el esmalte; al contrario, elimina la placa bacteriana y el cálculo adherido a la superficie dental.

La mujer pierde calcio cuando está embarazada y se le sueltan los dientes; la mujer en el embarazo tiene los suficientes depósitos de calcio para formar la dentición de su hijo y no tener problemas con sus propios dientes. Uno de los problemas dentales que sí puede sufrir una mujer embarazada es la gingivitis gestacional, una inflamación de la encía provocada por el desorden hormonal propio de esta etapa, que hace que muchas mujeres eviten el cepillado producto de las náuseas. “Es importante fortalecer la higiene” en esta etapa.

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