Viernes 05 de marzo de 2010
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Seguí con mucho interés las idas y venidas de un Fiscal al Cuartel General de las Fuerzas Armadas situado en Miraflores para conocer los archivos secretos de nuestra gloriosa institución, consiguiendo al final sólo la entrega de tres sobres con fotocopias de algunos documentos que no satisficieron a las personas interesadas.
Me dirigí al Gran Cuartel con la ilusión de poder entrevistar al Comandante en Jefe de los Archivos Secretos de las Fuerzas Armadas de Bolivia 1825-2010 y no pude traspasar la puerta principal custodiada-como corresponde-por centinelas y guardianes armados que apuntándome al corazón ordenaron “¡Alto!” y como soy bajito no hice caso e ingresé al recinto cuartelario.
Llamaron al Capitán de Guardia y un soldado respondió “el Capitán de Guardia salió con su novia a comer fricasé”. Entonces una recia voz llamó en voz alta “¡Sargento de Guardia, preséntese en la puerta!” y después de unos instantes contestaron también gritando: “¡El Sargento de Guardia salió a hacer el mercado con la Señora del Capitán de Servicios!” después de lo cual un soldadito me dijo sonriendo: “Dentrá nomás, caballero, ¿a quién estás buscando?”.Le dije al soldadito que deseaba conversar con el Comandante en Jefe de los Archivos Secretos de las Fuerzas Armadas de Bolivia 1825-2010, respondiendo el joven uniformado: “Ah, es un General “kaibito” que tiene más llaves que San Pedro y las tiene colgadas de su cinturón y no las afloja ni para “descomer” (perdón, caballero). Es imposible que lo entrevistes porque él dice que también es secreto militar y que por lo tanto nadie puede verlo y menos entrevistarlo”.
