Viendo el proyecto desde su inicio en Oruro, hace cuatro años, varios dirigentes de entidades cívicas y vecinales muestran preocupación por la prolongada espera en la conclusión de la obra que, según se dice, estaría actualmente en más del 95 por ciento de avance físico.
Quienes viajan entre las dos ciudades y lo hacen frecuentemente señalan que existen todavía varios tramos en los que faltan obras de complementación para proporcionar comodidad y seguridad a los vecinos de varias comunidades a lo largo de toda la ruta e inclusive mucho trabajo que hacer en el ingreso o salida de nuestra ciudad.
La construcción de varios puentes ha demorado el curso del proyecto y aunque la franja asfáltica de la doble vía luce en buen trecho su característica de moderna carretera, sucede que hay todavía trabajos que deben ser complementados, fuera de los puentes en alcantarillas y algunas rotondas que permitirán un tráfico fluido una vez que sean concluidas y habilitadas.
Sin precisión objetiva de las condiciones del proyecto, se recuerda que al concretarse el contrato que se dividió en tres tramos y en tres empresas, señalaba un periodo de actividades por algo más de dos años, lo que significa que en la actualidad existiría un desfase de casi dos años en el desarrollo de las obras, un atraso lamentable especialmente por la incomodidad y el tiempo prolongado de viaje para cubrir algo más de 250 kilómetros en cinco horas.
No hay que negar que una vez entregada la obra, lo que puede suceder hasta fin de año, serán eliminadas las contingencias negativas y la población podrá gozar de viajes rápidos, seguros y cómodos en tiempo relativamente corto que abreviará los pesares y molestias actuales.
La obra que tiene un costo muy próximo a los 300 millones de dólares, tomando en cuenta una serie de trabajos que necesariamente deben ser realizados a lo largo de la doble vía, con seguridad que incrementará su costo final, para lo que deben estar preparadas las autoridades gubernamentales, de modo que justamente las obras de conclusión no sean interrumpidas.
Dirigentes cívicos en Oruro formulan un pedido especial a los encargados de las obras en la doble vía, para que haciendo un esfuerzo técnico – operativo puedan librar al servicio público varios tramos propiamente listos, pues aquellas obras complementarias en sitios específicos podrán ser concluidas con labores extraordinarias que no interrumpan en adelante el uso de las vías.
El crecimiento de urbanizaciones en la zona Norte de la ciudad ha cambiado su área extensiva, precisamente en un amplio sector que tiene directa vinculación con la doble carretera, lo que obliga a disponer de adecuada señalización, vertical y horizontal, además de los semáforos que fuesen necesarios para el control del tráfico vehicular y de manera especial para fines de precaución de los transeúntes.
El tiempo pasa y en este caso con cierto exceso en el cumplimiento de un cronograma que fue alterado, según se dice, por diferentes causales que sin embargo no pueden seguir prolongando la ya colmada paciencia de viajeros en el tramo Oruro – La Paz y viceversa, en el que también deberán disponerse señales de uso internacional, por tratarse de una vía principal que une destinos del exterior con ciudades del interior y la Sede de Gobierno.
Algo más de dos meses nos separan de fin de año, ojalá sea el tiempo suficiente para que la doble vía Oruro – La Paz, no tenga más pasos atrás.
Fuente: LA PATRIA
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