Loading...
Invitado


Domingo 26 de octubre de 2014

Portada Principal
Cultural El Duende

Naturaleza

26 oct 2014

¿Fotos en alta resolución?, cámbiate a Premium...

El significado fundamental del término “naturaleza” es doble: por un lado, designa la esencia original de una cosa (en la naturaleza de la cosa está lo que constituye su particularidad); por el otro lado, se refiere al conjunto total, al orden natural del mundo con sus hechos independientes del hombre (Goethe decía: “Naturaleza es todo”). Si el hombre se concebía inicialmente como parte de la naturaleza, como criatura entre criaturas, más tarde descubrió su supuesta diferencia: entró en juego su conciencia, y con ella el espíritu, que algún que otro filósofo (Hegel) estimó adversario de la naturaleza, y finalmente la cultura, conjunto de aportaciones peculiares del hombre que no son necesarias desde el punto de vista de la supervivencia natural. El hombre, por tanto, se ha alejado mucho de la naturaleza primitiva; parece formar parte de su naturaleza el que no sepa muy bien qué hacer con la naturaleza, tal como esta era antes. Desde hace mucho tiempo se las da, por el contrario, de ingeniero de la naturaleza, la utiliza, la explota, la retuerce para sus fines, la convierte en artificio y la remodela, sin recordar que hubo un tiempo en que la naturaleza se las arreglaba sin él y que también sabrá arreglárselas sin él en el futuro; y la inversa no es cierta, puesto que el hombre necesita la naturaleza para sobrevivir. La filosofía no deja de tener una parte de culpa en tal ceguera, pues contribuyó decisivamente a que se perdiera la natural humildad ante la naturaleza y a que cundiera en su lugar un pensamiento posesivo que considera evidente que el hombre, como jefe de la creación, ha de proveerse sin cesar de lo que supuestamente le corresponde. La filosofía del marxismo-leninismo ha reforzado ese pensamiento posesivo, que ya había sido preparado, sin embargo, por el idealismo de corte hegeliano, que concebía la naturaleza como un aburrido estadio transitorio del espíritu. En el transcurso de sus esfuerzos por encontrarse a sí mismo, que a menudo revisten un aire cómico o incluso desesperado, hoy en día el hombre vuelve a salir en busca y captura de su “naturaleza interior”, las secretas fuerzas impulsoras dentro de él que lo convierten en lo que es. Pero ¿qué es el hombre, si ya no puede o no quiere ser un ser natural, y si su “segunda naturaleza” –sus esquemas de conducta de origen social, histórico y cultural– se le ha vuelto igualmente sospechosa?

[“Si se hubiera criado en ese jardín, sin saber nada sobre la naturaleza, ¿cómo habría vivido ella entonces la primavera?” MS 32 y s, 138 y ss, 571 y ss]

Otto A. Böhmer en: “Diccionario de Sofía” (1997).

Para tus amigos: