Fusión de lenguaje y matemáticas un éxito de alumnos de San Pedro de Totora

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La idea surgió al ver que los estudiantes no tenían lectura de comprensión e incluso se negaban a leer aun estando en el tercero de secundaria, situación por la que se decidió que realicen un trabajo de investigación recopilando leyendas de sus abuelos, padres o conocidos para que las redacten y tengan la obligación de leer para mejorar la redacción.

Por esta situación, los futuros maestros Leonora Cahuana Apata, Wilder Mel Mamani Chaca y Richar Sánchez Bernabé, decidieron fusionar las materias de lenguaje y matemáticas, además de poner en práctica su proyecto con los estudiantes de tercero de secundaria de la unidad educativa San Pedro de Totora, que funciona en la población que lleva el mismo nombre y que es conocida por ser la Capital de la Tarqueada.

En una clase se fueron redactando una a una las leyendas con la participación de todos los alumnos con ayuda de Leonora Cahuana, una vez redactadas las leyendas intercambiaron trabajos entre los mismos alumnos para que lean y realicen observaciones o mejoren la redacción, a partir de esta actividad ellos disfrutaron de la lectura y empezaron a leer con atención y comprensión, al grado de querer escribir un libro con todos los trabajos que elaboraron. Leonora, la futura maestra, explica que la lectura es muy importante para todo, por lo que se realizó un pequeño diagnóstico mediante el cual se verificó la importancia de la lectura, algo que comprendieron los alumnos.

Concluido con éxito el trabajo, los mismos alumnos dieron la idea de pasar con dos maestros una clase para aprender mejor, motivo por el que se inició la labor de relacionar la materia de lenguaje con matemáticas, puesto que pensaban que al aprender a leer podían aprender todo.

De esta manera incursionaron en el proyecto los futuros maestros de matemáticas, Wilder Mamani y Richar Sánchez, quienes empezaron a plantearles problemas en los que se necesitaba bastante lectura de comprensión y para su razonamiento fueron separando el problema por frases para comprender mejor.

De esa manera los estudiantes fueron interpretando la consulta y fueron resolviendo el ejercicio, lo que les animaba en las clases, una estrategia que tuvo excelentes resultados, cuenta Leonora Cahuana.

El trabajo prosiguió en coordinación con los maestros titulares Samuel Mollo Tangara de matemáticas y Samuel Luna Alave de lenguaje y el proyecto avanzó más allá de la simple ecuación, poniendo en práctica todo lo aprendido en su vida cotidiana para no hacer monótonas las clases.

Por su parte, Wilder Mamani Chaca, uno de los practicantes de la materia de matemáticas, explicó que el aprendizaje debe servir en la vida cotidiana, por lo que se realizó un diagnóstico en el que se verificó que los estudiantes aprendieron a resolver los problemas que se les planteaba como el lenguaje algebraico, lo cual aprendieron de forma mecánica, pero todo lo aprendido no ponían en práctica en su diario vivir.

Por esta situación se planteó la idea de fusionar y complementar lenguaje con matemáticas, y se inició con la lectura comprensiva y continuó con el planteamiento de los problemas en dos gestiones.

Para lograr que todo lo aprendido se pusiera en práctica se pensó en algo cotidiano como es la producción de papa y en primera instancia se buscó un terreno dónde aplicar lo aprendido, in situ, o en el lugar donde pondría en práctica lo aprendido se midió el espacio con una unidad de medida tradicional del lugar que es conocida como challqi que se trata de medir el espacio con pasos grandes, una costumbre que se rescató de los ancestros para obtener el área y dimensiones exactas del terreno donde se debía plantar papa.

A partir de este instante surgieron varios tropiezos, pero que se fueron solucionando hasta lograr un resultado positivo además de la participación de los padres de los alumnos, con quienes se trabajó de manera conjunta hasta lograr la cosecha de una diversidad de tipo de papas que son empleadas para su alimentación diaria, puesto que los padres cocinan para los alumnos en turnos establecidos con antelación.

Este proceso es parte de un trabajo iniciado por Leonora Cahuana Apata, Wilder Mel Mamani Chaca y Richar Sánchez Vernabe, futuros maestros que estudian en la Escuela Superior de Formación de Maestros de Caracollo, un trabajo que se logró gracias al interés de los mismos aprendices con apoyo de padres y alumnos.

Wilder Mamani, explicó que la nueva ley educativa insta a poner en práctica todo lo aprendido en la vida cotidiana, de esa manera se logró que los alumnos no tengan dificultades para resolver ecuaciones en el lenguaje algebraico o numeral, lo cual era aprendido de memoria y no ponían en práctica.

Por esta situación se planteó problemas contextualizando y cambiando los problemas de los textos en base al trabajo diario del campo, planteando los problemas o ecuaciones por frases que podían entender.

Por ejemplo se utilizó como método de medida los pasos más conocido como challqi que es costumbre de ese sector, utilizaron la regla de tres simple, ecuaciones que deben ser usadas en todo tipo de actividades.

“Lo que estamos promoviendo es que los estudiantes utilicen en su vida diaria todo lo que aprenden en el aula para que no llenen los cuadernos y se queden olvidados, al contrario les estamos enseñando que todo lo que aprenden sea tomado en cuenta en su diario vivir”, explicó Mamani. Los alumnos que fueron parte del proyecto son: Fernando Ancari, Rudi Ancari, Zulma Alcázar, Sonia Ancari, Ruth Ancari, Erika Ancari, Martha Calle, Daniela Choque, Raúl Choquetanga, Verónica Coria, Gonzalo Ancari, Gonzalo Cahuana, Wilson Huarachi, Mónica Llanco, Marcelo Mamani, Francisca Mamani, Renán Mamani del tercero A de secundaria.

Fuente: LA PATRIA