Sábado 18 de octubre de 2014
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Son los propios actores de “Octubre Negro” que muestran su preocupación al ver que la gestión de Evo Morales, no hizo realidad el cambio anunciado porque las empresas petroleras transnacionales “están felices con Evo”, como lo estuvieron con Gonzalo Sánchez de Lozada.
Ese punto de vista por quienes encabezaron la guerra del gas aquél fatídico 2003, pone de evidencia que el Movimiento al Socialismo, aprovechó la coyuntura para apoderarse del Gobierno, dejando pendiente la agenda establecida.
Tal vez, en esa ocasión, lo único que se quería era derrocar a “Goni” no importando para nada, el proceso desarrollista del país, dando paso, más bien a la formación de “movimientos sociales” con el fin de poner en marcha una labor disociadora, antagonista, provocando aguda división entre bolivianos.
A once años de aquella movilización, conocidos dirigentes de masas, se lamentan que se imponga en la actualidad una especie de fiebre neo-populista, traidora a los postulados revolucionarios de la clase obrera y del mismo pueblo que luchó para que el gas sea un recurso que dé grandes beneficios.