Para algunos partidos políticos o agrupaciones ciudadanas, resulta relativamente fácil ganar las elecciones, poniendo en práctica lo aprendido en otras ocasiones donde se desarrollaron elecciones ciudadanas.
Primero que nada el oficialismo supo curarse en sano (por sí acaso), permitiendo la participación de organismos internacionales “confiables”, que avalen el acto electoral; mejor si estos órganos son creados a la medida de los gobiernos que participan en su conformación. No bien se cerró la primera mesa, La Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) reportó al mundo “la regularidad y satisfacción por el proceso electoral vivido en Bolivia y felicitó a los ciudadanos bolivianos que participaron activamente de los comicios presidenciales”. No se habían reunido aún para hacer una evaluación seria.
Hay que tener los fondos necesarios para entregar obras como parte de la campaña electoral; en realidad, son de la gestión de gobierno, por lo menos, dos años antes, que sirvan como importante apoyo a la intensa campaña del oficialismo sin costo alguno. Contar con el uso indiscriminado de los Medios de comunicación estatales y todas las facilidades que permite el Poder.
Para ganar una elección, hay que buscar una oposición débil, sin voluntad para unirse y muchas veces dispuesta a ser funcional al oficialismo. Por supuesto, no deben faltar los conocidos roedores tránsfugas que comprometieron su voto con el oficialismo, por una “peguita”.
Aliarse con los que antes consideraba explotadores de los obreros y trabajadores. Son fáciles de atraerlos con una oferta económica para el crecimiento de sus empresas. Los empresarios de un Departamento, antes reacios a la política del MAS, se pusieron de rodillas; es que el que manda para ellos, es el capital; las ideas son solo eso, ideas.
Para ganar elecciones, se deben buscar bases sociales ahora de altos ingresos porque no pagan impuestos; la hoja sagrada, está libre de gravámenes. Lo importante, despojando al organismo de los trabajadores como es la COB, de su independencia sindical.
Para ganar elecciones, primero hay que utilizar a los no pensantes, para luego utilizar a los libre pensantes; un poco más difíciles de utilizar, sin que sea una misión imposible.
Conformar un organismo de control electoral, muy poco eficiente y también funcional al oficialismo. Que se atrase en entregar resultados; que omita fotografías y nombres en la papeleta electoral; y lo importante, que sean magos como en Tarija, donde en sólo dos horas del 46.55 % que tenía el MAS, lograron que llegue al 50,51 %, logrando, sin sonrojarse, hacerse de un senador y un diputado más, arrebatándolos de la oposición.
Para ganar elecciones, antes hay que modificar las circunscripciones para asegurarse del voto campesino originario, que es en realidad es un voto cautivo y vale tres veces más que un voto citadino. Otra contribución del organismo electoral.
Por último, para ganar las elecciones en Bolivia, como se hizo, se debe evitar que más de quince mil enfermos voten en los hospitales. Para poder votar no hay que estar enfermo solamente, tienen que estar certificadamente muerto es uno de los requisitos, que este año impuso el Tribunal Supremo Electoral.
Por lo menos...esa es mi opinión.
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