Nada de lo que aseguraron las autoridades del Tribunal Supremo Electoral se cumplió, ni siquiera aproximadamente y lo peor es que el proceso de escrutar los miles de votos emitidos en el país, tiene el mismo síntoma de fallas en casi todos los tribunales departamentales.
El hecho es que los problemas se dieron en esa dimensión, tal parece que no hay un solo distrito en el que las elecciones se hubiesen desarrollado sin alteraciones. Los problemas vienen desde antes del día de elecciones, pues en algunos recintos no se recibió el material oportunamente, en otros fallaron los jurados electorales y se produjeron algunos incidentes entre delegados políticos cuando se instalaban las mesas.
En todo momento los miembros del TSE, aseguraban que todo estaba bajo control y resulta que en el mismísimo día de elecciones y por la acuciosidad de algún ciudadano delicadamente observador, se descubre un gravísimo error en la impresión de las papeletas de sufragio, millones que definían al Estado Boliviano como plurinominal y no plurinacional.
Hasta ahora no se ha determinado con exactitud a quién corresponde el error, aunque ejecutivos de la imprenta deslindaron su responsabilidad al señalar que fueron no uno sino varios miembros de una comisión que entregaron los originales del material, supuestamente revisado escrupulosamente, pero el hecho ya es historia, aunque según una exautoridad del organismo electoral, “un error en el contenido del material electoral da lugar a la anulación del proceso”, aspecto que está inserto en el reglamento nacional electoral.
Según los responsables del error, el asunto “no es para tanto”, pues lo que vale es el contenido restante con la habilitación de espacios para símbolos, colores, fotos e identificación de los candidatos, por lo mismo se da por válido el uso del material del Estado Plurinominal. Un error que causa vergüenza internacional.
El resto de los hechos tiene relación directa con las tareas de escrutinio, lentitud absoluta en esa labor, se detectan graves problemas, ánforas con abultada cantidad de papeletas, teniendo listados de ciudadanos que votaron efectivamente y careciendo de respaldo que justifique la inclusión de centenares de votos fantasmas, electores que votaron varias veces con diferentes cédulas…y qué de las fotografías-
Los resultados en varios distritos han sido impugnados, el propio Presidente mostró preocupación por la tardanza en el escrutinio nacional y lamentó que el TSE pierda credibilidad frente a la ciudadanía, pero además se trata del país ante los observadores o veedores internacionales, lo que sucede es realmente una vergüenza y una demostración de ineptitud en quienes manejan todo el sistema electoral nacional.
Hay asuntos tan escabrosos que deben ser aclarados con prontitud, pues no se trata simplemente de admitir que hubo por ejemplo actas en las que se registraron más electores de los legalmente inscritos. El asunto no se resuelve con anular dichos documentos y convocar a los electores para que voten nuevamente dentro de algunos días, se ha cometido un delito electoral y tiene que haber responsables para ser sancionados severamente.
En tanto persista la incertidumbre, la confianza ciudadana disminuye cada día y es mayor la duda sobre un resultado que pueda conocerse más adelante, no se sabe exactamente cuándo. Es casi seguro que los resultados iníciales tendrán variación y en esa proporción muchas expectativas políticas están en juego.
Son muchas las mentiras… y el dicho es claro, las mentiras tienen patas cortas, la pregunta es ¿cómo están caminando los miembros del TSE?
Fuente: LA PATRIA
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