Martes 14 de octubre de 2014

ver hoy
































































Las Elecciones fueron ganadas ampliamente por el Movimiento al Socialismo (MAS), con un 60% de los votos, lo cual se irá confirmando cuando el Tribunal Supremo Electoral (TSE) vaya emitiendo el cómputo oficial de los resultados.
No hubo sorpresa alguna, sino previsibilidad en los resultados: el MAS triunfa en ocho de los nueve departamentos (excepto Beni) y las encuestas reflejaron la intencionalidad de la población. La oposición pensó que podía replicarse en Bolivia el caso brasileño donde las encuestadoras fallaron, pero son dos realidades completamente diferentes. Eso sí, hubo un cambio en la parte de “abajo” en esta competencia: el Partido Verde culmina arriba del Movimiento Sin Miedo en lo nacional y en La Paz, lugar donde los “sin miedo” supuestamente debían triunfar.
¿Qué le pudo ofrecer la oposición al país? Es la pregunta que la oposición no supo responder, puesto que el principal discurso de campaña fue centrarse en críticas a los desaciertos gubernamentales en vez de proponer un Programa de Gobierno que muestre la viabilidad de una Bolivia post Evo Morales. Pero resulta que mientras el MAS se propuso desde un inicio el ganar las Elecciones, la oposición solamente aspiraba a restarle 2/3 al MAS en el legislativo. El MAS de hoy, ya no es el mismo de hace diez años atrás, que era un partido de tendencia campesina y excluyente con sectores como empresarios, clase media, clase alta y sectores cívicos, a los cuales ahora los ha incorporado. El éxito del MAS radica en la incorporación de actores a los cuales antes le eran antagónicos.