Viernes 10 de octubre de 2014
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El complejo metalúrgico de Karachipampa confronta otro problema que obligó a paralizar parte de sus operaciones, a casi cumplirse un mes (efectivo) de la puesta en marcha del horno Kivcet que ahora colapsó y derramó plomo fundido en uno de sus frentes.
El hecho sucedió hace una semana debido al asentamiento del horno Kivcet, lo que provocó el rebalse del plomo fundido y un daño en el sifón de sangría del metal. El daño podrá repararse en un tiempo de 20 a 30 días y a un costo de por lo menos 3 millones de bolivianos.
De acuerdo a opinión de expertos en la materia, el problema es característica en el uso de equipos propiamente obsoletos, dadas sus condiciones de montaje que terminaron en el año 1985 y que no funcionó desde entonces, lo que significa prácticamente trabajar con un equipo fuera de servicio. Se atribuye también el último desastre a deficiencias de diseño en la planta y sin reconocerlo aún, a factores técnicos negativos en la instalación más reciente del horno Kivcet, trabajo efectuado por técnicos chinos con apoyo de personal boliviano. El problema está hecho y sólo corresponde su remediación que ocasionará otro gasto, aunque se confirmó la existencia de presupuesto para cubrir este nuevo desfase en la economía de la Empresa Metalúrgica de Karachipampa.