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Jueves 09 de octubre de 2014

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Ecológico Kiswara

Editorial

Tarea de todos

09 oct 2014

Fuente: LA PATRIA

El cuidado del medio ambiente es tarea de todos. Tanto los ciudadanos, de la edad que sea, como las autoridades tienen obligación de cuidar el medio en que vivimos, además de promover acciones que ayuden a mejorar la calidad de vida de todos y cada uno de los habitantes del planeta.

Pese a esa corresponsabilidad que debiera haber, existen personas que en lugar de promover gestiones positivas hacia el medio ambiente hacen todo lo contrario y efectúan acciones destructivas, que van en contra de toda forma de vida.

Por un lado está el hecho de botar basura en cualquier parte, taponando sumideros y boca tormentas, además de usar jardineras y otros lugares no adecuados para echarla.

Por otra parte está el hecho de no cuidar las áreas verdes y mucho menos los árboles de la ciudad, que en Oruro son escasos, pues recordemos que hace unos años, en nombre de la espiritualidad, el ajayu del cambio y otras cosas se cortaron dos árboles centenarios que había en el patio de la ex Prefectura, hoy Gobernación, para dar paso a un monumento a la loseta y al cemento, además que se cerró el techo con una cúpula de vidrio para ostentar la cruz andina o chacana en desmedro de la naturaleza.

Si las propias autoridades destruyen espacios públicos donde existe naturaleza, ¿qué se puede esperar de los ciudadanos que por lo general imitan las acciones de sus líderes? Esperemos que este no sea el caso.

Asimismo, tuvimos que esperar a que una periodista foránea viniera a oler la ciudad, a ver cómo la basura la convierte en un lugar no apto para la vida saludable, para que se hicieran campañas de limpieza, no sin antes ofenderse por sus apreciaciones, que aunque perspicaces eran verdaderas.

Sin embargo, es plausible la acción del Gobierno Autónomo Municipal de Oruro, que sembró las calles con basureros a cada paso, al menos en las arterias más céntricas de la ciudad, lo cual facilita a las personas para que no vayan regando basura por todas partes, ahora sólo resta esperar la buena voluntad de las personas para que se haga buen uso de esos depósitos de desechos.

Aún queda mucho por hacer, pero sobre todo cada ciudadano debe ponerse a pensar qué clase de hábitat quiere heredarle a sus hijos y a los hijos de sus hijos, es decir a las futuras generaciones, puede que ahora no nos importe porque nadie podrá reprocharnos nuestra actitud, pero ¿nuestra conciencia podrá estar tranquila al pensar que heredamos a nuestros seres queridos un lugar inhabitable?

Fuente: LA PATRIA
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