Con la feliz iniciativa de organizar una manifestación callejera gracias a la participación de estudiantes desde el nivel inicial al secundario, la población de Oruro, si es que no estuvo presente en la misma, se enteró por los medios de comunicación, que se cumplió una parte de la Educación vial útil para todo ciudadano, en cuanto al respeto que merecen las normas de Tránsito.
El comentario casi generalizado, es que habiendo tantas señales, se desconocen en su mayoría debido a la poca difusión e implementación de las mismas en las calles de la ciudad. A ver si ahora se acercaran a los medios audiovisuales como la televisión y otros para tener persistentemente todo el bagaje informativo al respecto. Y mejor si se difundieran, los montos económicos a depositarse en los Bancos por cada infracción de Tránsito…para no ser sorprendidos con la mano coercitiva de algún mal policía, que los hay, así como los honestos. Aunque al parecer abundan los negativos, que le dicen al incauto que le sale más barato “arreglar” directamente, que ir al Banco, donde le saldría más caro ¡!
Alguno dirá que es mejor dejar las cosas como están…pero, si nos informáramos con más precisión, tal vez ni siquiera es así, además el beneficio es a las arcas nacionales, y no al bolsillo corrupto.
Las principales autoridades policiales en sus alocuciones públicas manifestaron que se desea evitar una serie de accidentes que sufren a veces los más vulnerables de la colectividad, como son los niños, niñas, adolescentes, mujeres en estado de gestación y personas de la tercera edad, especialmente al momento de dirigirse a uno u otro lugar por diversos motivos.
Hasta ahí, todo está bien, pero cuando se camina por las calles, y peor cuando se tiene el infortunio de caer en las oficinas de Tránsito, a veces recién se conocen toda una lista de contravenciones relacionadas en algunos casos con la falta de señalización, que en el centro de la ciudad están cuidadosamente colocados, pero a medida que nos alejamos del casco viejo, hay muy pocas o ninguna…e incluso en calles de mucho tráfico.
Y cuando se tienen una o dos cuadras de modo casi insólito en “contra ruta”, sin el consabido cartelito…como se vio en un caso conocido por azar, donde algún conductor confiado en seguir el rumbo por donde otros vehículos que le anteceden van, todos los días, y es sorprendido por un incidente que además involucra a un taxista apurado que se cree con derecho a arrollar cualquier vehículo público o privado, o también una motocicleta con pasajeros que pueden ser una mujer o un niño pequeño…y se encuentra frente a una respuesta, aún más incoherente: “Además, esta calle es contra ruta”, y a la lógica pregunta, de ¿dónde está el cartelito que indica aquello?…el policía suelto de cuerpo, responde “está pues más abajo…a una o dos cuadras”…pero, todos incluidos patrulleros de policía circulan por esta vía, se reclama. Pero, el policía responde “Todos, hasta que tienen un incidente” (Y es cuando los uniformados, recién se encargan de recordar la norma, con todos sus artículos) ¿No sería mejor colocar las señales de tránsito aunque sin cartelito, o sólo las flechas pintadas así sea a mano en todas y cada una de las vías de la ciudad? En paredes o en el mismo suelo, pero que estén. Eso sí es precautelar la integridad física y emocional de las personas, en los hechos, no sólo en palabras de circunstancia… Esto evitaría más de un dolor de cabeza, que además devela una maraña donde no faltan algunos amigos legistas que en lugar de ayudar en la solución de problemas inherentes al asunto, parecen pescadores de río revuelto o concomitantes, tarjeta de por medio.
Y también, ojalá los funcionarios policiales, los principales o superiores, se dieran la molestia de vigilar de cerca a sus subalternos, recordando que “El ojo del amo engorda el ganado”, pero el ganado de la casa grande: el Estado.
Ojalá se renovaran las señales de tránsito en toda la ciudad y no sólo en el centro, como tarea efectiva de los uniformados del verde olivo ¿O qué otra autoridad tendría que hacerlo? Aunque, en esta época de políticos en pos de ganarse la simpatía de los electores, no sería mala idea el sugerirles que en medio de los litros y litros de pintura para pedir el voto del pueblo, hubieran algunos tarros de color amarillo y negro, para las flechas o señales de tránsito, más el rótulo: Gentileza del candidato o candidata… contribuyendo así con la implorada “seguridad ciudadana” y precaver dolores físicos o morales, heridas graves, muerte; descontando lo material.
(*) Periodista
Para tus amigos:
¡Oferta!
Solicita tu membresía Premium y disfruta estos beneficios adicionales:
- Edición diaria disponible desde las 5:00 am.
- Periódico del día en PDF descargable.
- Fotografías en alta resolución.
- Acceso a ediciones pasadas digitales desde 2010.