Virgencita… ¿me regalas una amiga? Es la única solicitud milagrosa que pide Alexia a la Virgen de Urkupiña. A sus trece años ella ha conocido 11 unidades educativas de todos los tipos (privadas, públicas y de educación especial) en la ciudad de Cochabamba. Alexia es una de los miles de niños que padece el trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad conocido como TDAH.
Fue expulsada de una guardería, repitió el segundo de primaria y en el tercero empezó a quejarse de la violencia en la escuela…sus compañeros aprovechaban el recreo para golpearla casualmente en los pasillos, su respuesta fue sumirse en la soledad más grande y comenzó a treparse a las partes más elevadas del colegio, como en un afán de separarse de lo que le hacía daño…el resultado fue la solicitud de dirección de retirarla del colegio.
Finalmente, durante su última experiencia empezó a negarse a ir al colegio… estaba en un grupo con una profesora en edad de jubilación, no había paciencia para atenderla y trabajar en sus problemas de atención y el grito era el recurso para ponerla en actividad…no contenta con eso la profesora se dio a la tarea de enfrentar a la niña y su familia con el resto de los padres al decirles que Alexia era agresiva y que su problema era contagioso, en un medio donde la falta de conocimiento no se considera ignorancia se produjo un movimiento de padres que exigían que Alexia fuera alejada de las actividades en aula.
Al considerar que existía discriminación hacia una niña con capacidades especiales y que se estaba violando sus derechos de recibir educación en el sistema formal los padres decidieron iniciar un proceso en el Seduca, instalaron la denuncia pero no pudieron seguir el proceso por el extravío del file de la alumna, nunca se sancionó a la maestra por su manipulación de los padres y por su método violento en aula y la familia decidió sacar a la pequeña del sistema educativo.
Me queda el sabor amargo de la derrota indica la madre de Alexia, “jamás pensé que la violencia y la discriminación en aula sería algo protegido por la institucionalidad de un colegio y por la burocracia de las instituciones rectoras, no somos el único caso somos miles de familias que vivimos este tipo de situación de forma reiterada, somos las madres de los niños que nunca tuvieron un amigo”, señala.
SISTEMA ESCOLAR QUE
NO VALORA LA DIFERENCIA
La Constitución Política del Estado reconoce el derecho a pensar y ser diferente, sin embargo el ejercicio de los derechos ciudadanos en Bolivia sigue tropezando con situaciones que no han podido superarse pues vienen de prácticas transmitidas de generación en generación que se niegan a cambiar.
El sistema escolar no ha podido generar espacios donde los niños con capacidades diferentes o especiales puedan ser aceptados, por falta de especialización de sus recursos humanos, por falta de infraestructura y por ausencia de una pedagogía de respeto al ser diferente.
El problema con el sistema escolar formal es nuestra principal preocupación, estos niños tienen el derecho a ser aceptados en la escuela primaria y secundaria pero deben ser atendidos por personal que se involucre en la problemática y se forme para trabajar con esta población, en Bolivia no hay estadísticas oficiales pero son 4 de cada 10 niños los que presentan problemas de atención y neurológicos señala Vilma Jaldín, pediatra especialista en trastornos de atención y epilepsióloga.
Según su experiencia el cien por ciento de sus pacientes ha experimentado discriminación y violencia en aula, “tengo la impresión de que en el país tenemos prácticas cada vez más intolerantes con esta población, se los golpea, se los insulta, se los aísla y se ejerce presión sobre las familias para obligarlos a sacarlos del sistema educativo”, indica.
Resulta una tortura para los padres el recoger a los hijos del colegio, uno porque te rodean padres de familia, algunos iracundos, que empiezan a amenazarte si tu hijo se acerca al suyo o si le hace algo, otros para quejarse sobre actos impulsivos, en otro caso son los niños los que te rodean y te preguntan ¿por qué tu hijo es así? O en otros casos son la profesora, la psicóloga, la directora, o la psicopedagoga que te cuestionan sobre lo que haces con tu hijo, desde su perspectiva los padres no comprendemos lo severo que es el cuadro de nuestros hijos, pero el problema es la incapacidad de los colegios de ofrecernos soluciones, señala Darynka, madre de otro niño con problemas de aprendizaje.
La soledad es otro de los problemas que enfrentan los niños con capacidades diferentes, son los aislados que no establecen relaciones de amistad duraderas, tienen problemas de socialización y generalmente evitan el contacto con los otros para evitar agresiones o para no enfrentar la crueldad de otros niños.
REFORMA EDUCATIVA
La Ley 070 Siñani-Pérez, plantea una reforma a la educación boliviana para hacerla más crítica, más integradora y justa, sin embargo en su aplicación piloto anuló las competencias de las unidades educativas especiales que dependían del Ministerio de Educación.
La unidad educativa Marianne Frostig funcionaba como escuela fiscal y desarrollaba un trabajo de preparar a niños con discapacidades físicas y mentales además de niños con capacidades especiales para poder rendir en el sistema escolar formal, evitaba la deserción de esta población “pero desde este año se nos quitó toda la capacidad de funcionar como escuela de convenio, ya no podemos evaluar ni promover de grado a nuestros alumnos”, señala María Eugenia López, actual directora.
Lo mismo ha pasado con el centro Consipe y con todos los centros que habían desarrollado una metodología de trabajo con esta población, “nos hemos visto obligados a convertirnos en centros de apoyo didáctico pero nada más”, señala Silvia Montes, responsable pedagógica de Consipe que se especializó en el trabajo con niños con TDAH.
El Gobierno plantea que hará una propuesta de intervención gubernamental en estas unidades educativas especiales para promover una educación diferenciada por niveles y que promueva el bachillerato técnico en esta población pero es un proyecto que aún no tiene sustento y un financiamiento real según indican las especialistas.
SOLUCIONES
Alexia y muchos otros niños y jóvenes con capacidades especiales han encontrado un escenario que los acepta como son y que promueve el orgullo de ser diferentes, el centro Educar es Fiesta ha generado un proyecto con financiamiento australiano para educar con arte circense a niños y niñas que hayan experimentado violencia, dos veces por semana Alexia va al circo para aprender música, canto, danza y expresión circense.
Nuestro proyecto pretende que estos niños rechazados, discriminados o violentados encuentren la paz y la alegría de ser únicos en la práctica del arte circense, acá no permitimos ninguna violencia, ni verbal ni psicológica, no hay diferencias de hombre y mujer y sobre todo se usa terapias de sanación basadas en la confianza en el otro y el arte indica Edson Quezada, responsable de Educar es Fiesta y del proyecto cultural Circo El Tapeque.
Alexia vino como una personita que no quería ninguna relación con nadie, no hablaba, no interactuaba, hoy ha cambiado bastante, se siente cómoda porque nadie la agrede, le gusta la merienda porque todos comparten como familia y ya ha participado de su primera presentación de circo haciendo malabares y tocando el cajón peruano…su madre alienta esperanzas cuando dice “amo a mi hija…espero que su sueño de tener una amiga se le cumpla algún día”,…mientras se le quiebra la voz.
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