El Cardenal Terrazas en su homilía del último Domingo manifestó su dolor por el desastre sísmico acaecido en Chile hace unos días y nos llamó a los católicos bolivianos a solidarizarnos con el sufrimiento del pueblo chileno, y pensando en sus palabras levanté mi oración hacia nuestro Dios la que se unió a las muchas que se elevaron en el mundo.
A los pocos instantes timbró mi teléfono y la empleada me dijo: “Una señora gringa que dice ser tu tía te llama desde Alemania, ¿le digo que estás en el baño o te comunico con ella…?” Acudí inmediatamente.
-Querida tía von Karajan Quiroga, hablas con tu sobrino von Paulus Huanca.
-Queguido sobrino von Paulus, te llamo angustiada pog el teguemoto que hubo en Chile, ¿no te ha sucedido nada en La Paz que está tan cegca de Chile?
-Gracias a Dios las ondas expansivas del sismo no llegaron a La Paz que es una ciudad muy lejana de Concepción.
-Menos mal sobrino queguido, pego me da pena inmensa pog los chilenos. ¿Dónde estabas a la hoga del teguemoto…?
-Estaba en la cama porque eran las 3 de la madrugada y acababa de regresar a casa luego de una reunión muy seria que tuve en la ciudad de El Alto con unos yatiris que vieron unas luces extrañas en el cielo y me dijeron que alguna cosa extraña sucedería y que lo mejor que yo podía hacer era volver a mi casa.
-¡Qué buenos los yatiguis! ¿Y sufriste con algunos teguemotos que sucediegon en Bolivia?
-Estuve en el que sucedió en Totora, Aiquile, y Mizque a mediados del siglo pasado cuando la tierra tembló en nuestro Departamento de Cochabamba, y te cuento que fue terrible.
-Yo también vivía en Cochabamba en ese tiempo. ¿Y esos hegmosos pueblos ya fuegon reconstruidos…?
-Creo que no, tía Clothilde porque la plata que se recaudó para ello dicen que fue a parar a los bolsillos de muchos vivos y aprovechadores.
-¡Qué hoguible cogupción! ¿Y no estuviste en la ciudad de Sucre cuando allá pog los años cuaguenta hubo un temblog en la Capital que dañó muchos templos famosos y edificios impogtantes?
-Claro que estuve en aquella oportunidad pues casualmente me habían encerrado en el Manicomio Pacheco por vez primera cuando enloquecí de amor por una flaquita hermosa que me sorbió los sesos.
-¡Qué punteguía tienes paga los teguemotos y temblogues de la tiega! ¿Y no fuiste testigo de otros teguemotos en nuestro país?
-Estuve en el terremoto del 9 de Abril de 1952 cuando se produjo la revolución del MNR y hubo “cambio de estructuras” en nuestro país las minas principales fueron nacionalizadas, y las tierras fueron entregadas a los indios que entonces se llamaban campesinos.
-¡Pobre sobrino mío! ¿Y algún otro terremoto más sufriste en nuestra tiega?
-Claro: hay otro terremoto que nos viene sacudiendo desde el año 2006 cuyo epicentro está en Orinoca. Sigo temblando pero me aguanto porque soy macho antisísmico.
PAULOVICH
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