(Otro golpe a la Autonomía Universitaria)
• Por: Aníbal Abel Alarcón Caparroz
Antecedentes.- En esencia uno de los preceptos incluidos y divulgados en su integridad por la Constitución Política de Estado y aplicado a partir de la década de 1930, es la conformación en todos sus órdenes del Co-gobierno paritario Docente-estudiantil y consolidado gracias a los movimientos gestados por estudiantes y la acción reformista de grupos defensores a ultranza de la Autonomía Universitaria en la ciudad de Córdoba (República Argentina), en 1918 y consolidándose gracias al concurso desinteresado de quienes con su denodado esfuerzo y conocimiento hicieron de la universidad boliviana verdaderas Casas de Estudio Superiores, impactando en forma por demás positiva a la población en su conjunto, puesto que albergaba en su interior una pléyade de docentes, estudiantes universitarios y funcionarios administrativos con aspectos éticos-científicos y filosóficos para impartir Enseñanza-aprendizaje en el orden netamente académico, todo ello para la época.
En la actualidad todo se ha esfumado porque ha quedado obsoleto y inservible el Estatuto Orgánico que data de la década de 1950, donde normaba y reglamentaba las actividades inmersas reflejadas en tres pilares fundamentales a mencionar: el Claustro Universitario para elegir autoridades superiores; la participación activa del Co-gobierno Docente-estudiantil y la correcta administración de los recursos económicos y administrativos.
De los candidatos.-
Para la realización de las recientes elecciones, primero se llevó a cabo el respectivo foro para exponer ”a ciencia cierta”, programas y proyectos serios para virar a una necesaria y verdadera senda hacia el conocimiento científico para el futuro, pero no fue así, ambos candidatos repitieron aspectos primigenios ya conocidos de la Autonomía Universitaria, pero obviaron otros aspectos que están dañando y corroyendo hasta ahora esta conquista lograda inclusive con derramamiento de sangre y cómo erradicar aquellos males con mensajes claros hacia la Comunidad Universitaria que está ávida de una sustancial mejora dedicada netamente a la educación superior.
Además de estas razones, la Autonomía Universitaria tiene sus propios motivos (como pilar fundamental), de exigir la inmediata reconducción de la universidad eliminando ipso facto grupos de poder que se sirven de la universidad; el lacerante nepotismo y la corrupción reinante en diferentes áreas y carreras.
Causas para el fracaso de las elecciones.-
En varias latitudes del mundo entero las universidades van aplicando en su todo contexto ribetes de macro-paradigmas del conocimiento científico; en ese sentido, las bases del conocimiento en sí, están en aplicar las reglas comunes y hasta sencillas de ciertas normas que regulan las actividades en forma continua en este particular caso el de las elecciones para renovar autoridades universitarias; nos referimos concretamente a la convocatoria que con su lectura de varios artículos e incisos redactados en forma clara y concisa, reglamenten en forma general aciertos y prohibiciones en su ejecución para que en lo posterior no existan dudas, omisiones o arbitrariedades. Esto no ocurrió ya que no se publicó con antelación; es decir, ni antes ni después de los treinta días calendarios, ahí surgen susceptibilidades por una parte, marcada irresponsabilidad administrativa de la autoridad que aún fungía como rector, abandonando sorpresiva y abruptamente (para nosotros), sus delicadas funciones y dejando un tremendo vacío que perjudicó en forma notable dichas elecciones, eso es por otra parte; además no sólo eso, sino una marcada burocracia en el área de que correspondería al sector administrativo y creando cargos copados por cuotas de poder de esa gestión rectoral. Figúrese el amable lector (para muestra un botón, para la publicación de un texto en la Imprenta Universitaria, se requiere de por lo menos cinco visto buenos y firmas de igual cantidad de oficinas burocráticas, lo que antes era responsabilidad sólo del Departamento de Extensión Universitaria.
Convocatoria a nuevas y renovadas elecciones.- Expresando en forma sucesiva y hasta en diversas formas que se aplica en el léxico hasta de manera despectiva (tautología), repitiendo hasta en forma inútil los males que aquejan a nuestra universidad, mientras no se detecten y se vayan paulatinamente eliminando, seguirán corrompiendo las pocas esferas que permanecen incólumes al interior de la Casa de Estudios Superiores; para ello será necesario mantener, la defensa intransigente y militante de la “Autonomía Universitaria”. Es parte fundamental para la vida activa y contestataria a cualesquier intervención, daño o golpe certero de su frágil estructura. Por todo lo mencionado. El Consejo Universitario con su paridad Docente-estudiantil, tendrá que delinear una delicada tarea, la de convocar en un plazo mínimo de seis meses a y un máximo de doce meses, a elecciones, buscando en lo posible a líderes altruistas y con vocación de servicio para la reconducción por el sendero (hasta ahora extraviado), por el cual se transite con ética, hidalguía y conocimiento hacia un futuro promisorio, lo contrario significaría notoria decepción para el inmenso contingente de estudiantes universitarios, únicos perjudicados por las irregularidades que hasta ahora se han producido.
(*) Es exfuncionario UTO
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