Domingo 14 de septiembre de 2014
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Una tautología es la repetición de un mismo pensamiento, pero expresado sucesivamente de distintas formas. De manera despectiva, agrega el léxico, es la repetición inútil, reiterativa y viciosa. Este término derivó de una voz griega que significa que dice lo mismo, que se da vuelta en lo mismo. En retórica, en algunas oportunidades, esta figura se emplea deliberadamente para dar mayor intensidad a lo que se quiere dar a entender. La tautología más recurrente en el lenguaje cotidiano es la frase yo lo vi con mis propios ojos, aunque algunos especialistas opinan que es un pleonasmo, es decir una redundancia viciosa de palabras.
Un ejemplo de tautología machista en un discurso es el siguiente: El hombre es obstinación, la mujer delicadeza; el hombre es empeño, la mujer, ternura; el hombre es constancia, la mujer, suavidad; el hombre es tesón, la mujer, refinamiento; el hombre es tenacidad, la mujer, suavidad. En esta secuencia se dijo lo mismo pero de diferentes maneras.
Héctor Velis-Meza. Chile.
365 días para enriquecer su lenguaje.