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Domingo 14 de septiembre de 2014

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Revista Dominical

Alberto Medina un patrimonio viviente de la tierra de los Urus

14 sep 2014

Fuente: LA PATRIA

Por: Alicia Navía Mier

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Hablar de Alberto Medina Mendieta es hablar de un patrimonio que tiene la tierra de los Urus, un patrimonio viviente que no es profeta en su tierra, por ser más conocido a nivel internacional debido a sus obras creadas en base a distintas técnicas como son las acuarelas y óleos primordialmente y otra variedad con una temática en un 90 por ciento de carácter social.

Al referirnos a lo social porque plasma su arte en base a todo lo que le rodea, pero esencialmente a la vida diaria de los bolivianos y de la gente que pasa hambre, pobreza, necesidad porque para el “Picasso Andino” el tema minero, del campo, por ejemplo son un complemento de sus obras.

Sus creaciones basadas en la vida diaria, se remontan en las miles de obras que fueron expuestas no solo en Bolivia, más bien a nivel internacional donde logró compartir con artistas plásticos como Dalí, el mismo Picasso y otros de renombre a quienes pudo explicar e informar sobre la maravilla de la cultura Uru, ya que según sus mismas palabras él es descendiente de ella.

Para Medina el arte no se plasma en una sola técnica, pues con la diversidad de materiales que existen actualmente los artistas deben plasmar sus obras en distintas técnicas, incluso crearlas, como en su caso para mostrar y atraer especialmente la mirada del público y sensibilizar a través del arte las necesidad, riqueza o el simple vivir de las personas, animales y cosas.

El “Picasso Andino”, considera que nadie es profeta en su tierra, porque se siente desconocido en su tierra natal, pues desde hace más de medio siglo vive viajando para exponer en el exterior, el esplendor de la vida a través de su arte debido a que en Bolivia falta mayor difusión y apoyo a los artistas.

Expone su arte en el exterior gastando sus propios recursos ante la falta de apoyo de las autoridades, puesto que hasta para viajar debe pagar un seguro que es una norma que debe cumplir, por lo que aprovecha de solicitar al Gobierno nacional y los departamentales, brindar apoyo a la gente joven que inicia esta difícil tarea y profesión que muestra la realidad hermosa y, en muchos casos, amarga de la vida.

Medina, quien inició sus obras desde sus cinco años al haber pintado a su tía embarazada como un palo con una bola adelante y otra atrás, considera que el peor pecado es enseñar a los niños a ser artistas, pues este don es nato en ellos debido a su inocencia y naturalidad como es su caso porque el perfeccionamiento va creciendo con cada persona como pasó con su persona.

En una retrospectiva de su vida recuerda que su primera obra grande fue la pintura de ángeles celestiales en papel sábana para adornar de alguna forma los ambientes del ex Obispado ubicado en la calle Presidente Montes y Ayacucho, otra obra que considera importante para definir su futuro fue el pintado de un pergamino sobre badana a sus 15 años, y es así como va perfeccionando su obra al ingresar a la Escuela de Bellas Artes con asesoramiento del maestro José Rovira.

Ante la falta de apoyo a este sector y con varios de sus colegas fue fundando organizaciones que respalden el trabajo de los artistas como la Asociación de Artistas Plásticos, logró la premiación a los artistas que participen en el concurso departamental de pintura que posteriormente fue de carácter nacional.

Es de esta manera como va avanzando y creando obras que resumen la historia de Bolivia y de Oruro su tierra natal a la que ama y promociona a través del arte en todos los países en los que expone su arte plasmado en su entorno y todo lo que observa como son las características andinas, el tema minero, los paisajes del campo, costumbres y la cultura misma de la cual está constituida la tierra que le vio nacer y la patria amada que le permitió mostrar su belleza al mundo.

Una de sus maravillosas obras que puede ser admirada diariamente en la ciudad de Oruro se encuentra en el Santuario del Socavón, donde refleja la esencia del Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, como el único artista que logró este espacio para mostrar su arte.

Como el mismo Picasso, Alberto Medina es un artista inquieto e hiperactivo pues no puede quedarse en un solo lugar y gracias a eso pudo plasmar las maravillas de la vida a nivel nacional e internacional, habiendo logrado ser reconocido por su personalidad y la maravilla de sus obras, algo que no pasó en su tierra natal donde no es conocido, menos reconocido, por las instancias pertinentes, por lo que con su acostumbrada sencillez le obliga a decir “nadie es profeta en su tierra”

Tras conocer sus alegrías y en ocasiones tristezas, pudimos conocer un poco más de cómo es Alberto Medina considerado por sus colegas como el maestro de maestros por su larga trayectoria que le permitió pintar aproximadamente unas diez mil obras que se encuentran diseminadas por América Latina, Europa, Japón, Estados Unidos y otros que le permitió ser acreedor de muchos premios, galardones y reconocimientos que le impulsan a continuar creando y dejando en el exterior un poco de lo que es Bolivia para el mundo.

Además de su talento debemos rescatar la humildad, sencillez del maestro Alberto Medina, quien por una hora estuvo recordando sus inicios como artista y su larga trayectoria en la cual resalta su amor a Oruro querido, que defiende en todo lugar.

Fuente: LA PATRIA
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