Viernes 12 de septiembre de 2014
ver hoy
Es verdad que la violencia y maltrato intrafamiliar no es una realidad nueva, pues entonces el objeto de estudio de especialistas en el caso, vendría a ser el hombre violento, y por ende el objeto central de este problema social de la violencia hacia la mujer, niña (o) y adolescentes se debe a la conducta, comportamiento, forma de ser, pensar y sentir del hombre violento, tal como lo habría descrito mi docente en psicología; Dr. Raúl Araoz, referente a psicología conductista.
El término violencia remite el concepto de fuerza, y se corresponde con verbos tales como violentar, violar, forzar, pues la violencia siempre implica el uso de la fuerza para producir un daño. Lo irónico un daño a quien se ama. (Familia)
Y esto de manera muy particular, viene a ser fruto de mensajes, creencias, opiniones y modos de comportamiento, ya que desde niño un varón aprende a responder agresivamente, entrenándose en deportes y juegos rudos. Las tensiones y ansiedades son canalizadas mediante explosiones de ira contra los demás o en último caso contra los objetos. Entonces llego a la conclusión siguiente: La violencia se incorpora como un ingrediente más en la estructuración de la masculinidad.