Tiene que ser un buen negocio para el Municipio la habilitación de áreas de parqueo para vehículos particulares, especialmente en la zona central donde se hace casi imposible estacionar una movilidad para que su conductor cumpla trámites de urgencia en dependencias públicas o en instituciones bancarias, o simplemente efectúe algunas compras de urgencia, quien sabe en una farmacia o un supermercado.
Hay una expresa prohibición del municipio que impide el estacionamiento de movilidades en las aceras del sector central y hay funcionarios que están muy atentos a la infracción para colocar un “inmovilizador” en la rueda del coche estacionado irregularmente. Sacar “la trampa” y recuperar la movilidad tiene un costo, pero más que el valor de la multa lo que se pierde es un precioso tiempo ubicando al funcionario que debe liberar el motorizado previa comprobación de que el infractor pagó la sanción.
Cuando no sucede esto es posible que personal de la Policía Operativa de Tránsito haya dejado sujeto al limpiaparabrisas una “boleta de multa” por estacionar su movilidad en área prohibida. Lo que corresponde es pagar la boleta en un banco y quedar libre de la obligación que puede efectivizarse en cualquier momento, cuando menos lo espere.
Lo grave del asunto es que tanto Alcaldía como Tránsito disponen prohibición de estacionamiento, pero en ningún caso se preocupan de proporcionar “áreas de parqueo” para salvar las situaciones generalmente de urgencia que obliga a conductores particulares a estacionar momentáneamente sus movilidades en algún sitio aparentemente “libre” para dejar el coche sin causar molestias.
Se trata de una situación muy complicada que merece una solución práctica y la idea que surge en la Municipalidad para crear “áreas de parqueo”, se entiende en ciertas calles por supuesto alejadas del centro urbano, puede ser un paliativo al caos de las aceras ocupadas, las plazas saturadas de vehículos oficiales y los funcionarios de alcaldía y tránsito afanosos en aplicar sanciones.
Sin embargo, la solución más concreta sería la habilitación de espacios de parqueo, construidos específicamente para ese fin, por cuenta de la comuna que podría establecer un buen negocio o convocando a empresarios privados a la construcción de edificios de parqueo, como sucede en otras ciudades.
En la actualidad, pero no en el centro de la ciudad, propietarios de inmuebles habilitan parqueos temporales en garajes particulares cobrando un derecho de uso por hora, lo que significa un negocio que además elimina parte de la restricción oficial en ciertas calles de la ciudad.
Otro asunto que lamentablemente “ignoran” deliberadamente los policías como los agentes municipales son los espacios “reservados” por algunos negocios que utilizan desde cajas, llantas y hasta conos para cuidar sitios públicos que no les corresponde “separarlos” como si fuesen de su propiedad. Se sabe que hay sitios “reservados” oficialmente, pero ese trámite significa el pago de un derecho mensual que beneficia a la Alcaldía, pero una mayoría de esos espacios reservados son totalmente atrabiliarios y por lo mismo deben ser también eliminados y sancionados.
Es buena idea la creación de parqueos vehiculares, por cuenta de la comuna y con el uso de “parquímetros” en espacios de la zona central, pues habilitarlos en otras zonas no soluciona el problema de ocupar sitios de “estacionamiento temporal” para salvar emergencias que confrontan los conductores de vehículos particulares. Lo ideal es que a tiempo de ejercer prohibiciones, se faciliten soluciones al grave problema del estacionamiento de motorizados en las calles céntricas.
Fuente: LA PATRIA
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