Loading...
Invitado


Sábado 06 de septiembre de 2014

Portada Principal
Revista Tu Espacio

Crecer con madurez y responsabilidad

06 sep 2014

No olvidemos enriquecer el corazón de nuestros hijos brindándoles sólo bienestar económico • Por: Lic. Marcela Patricia Torrico Félix - Psicóloga - Exclusivo para Tu espacio

¿Fotos en alta resolución?, cámbiate a Premium...

Para pagar gastos básicos de hogar, colegiaturas, la vestimenta, crianza de los hijos, etc., se necesita tener un ingreso económico, pues viendo desde ésta perspectiva el dinero no es lo más importante, pero a través de éste conseguimos obtener varias cosas convirtiéndose en algo imprescindible para los seres humanos.

Por este motivo se debe tener mucho cuidado e inculcar a los jóvenes el manejo correcto del mismo, como también valorar el esfuerzo que tienen los padres para poder brindar a sus hijos el bienestar que les dan, y que en algún momento llegará la etapa en que los hijos deberán madurar y esforzarse para conseguir lo que se proponen.

Me llamó la atención algunas denominaciones que se utilizan para describir a la juventud de hoy en día, tales como: “Adultecentes”, que se considera a aquellos jóvenes que no quieren dejar su hogar, son jóvenes profesionales, con parejas estables, casados con hijos, pero que no quieren trabajar y van postergando la responsabilidad y madurez que ya deberían tener y sólo aguantan un fin de semana o unos días de vacaciones y nuevamente vuelven a su hogar paterno, porque ahí encontrarán alimento, ropa planchada y el sustento económico.

Otra denominación “Jóvenes Ni Ni”, jóvenes que ni quieren estudiar, ni quieren trabajar, es alarmante saber que sin darse cuenta los padres son quienes contribuyen a éstos tipos de comportamientos y fomentan la falta de responsabilidad, claro está que por obrar bien con los hijos en algún momento la forma de crianza se va de las manos y se tiene estos resultados.

Se comienza con los famosos recreos que se da a los niños en algunos casos elevados para su edad, pero no es el hecho de que los recreos sean elevados, sino que no se les enseña a valorar o a ahorrar, posteriormente siguen las mesadas que duran hasta que el niño deja de ser niño convirtiéndose en algo indispensable y lo que se ocasiona es que los jóvenes no tendrán prisa de hacerse mayores ni adquirir madurez y responsabilidad.

Los padres se preocupan en demasía en algunas ocasiones de brindar bienestar económico a sus hijos, pero nunca les cortan sus alas para que vuelen solos, esto no significa dejarlos a la deriva, pero por ejemplo debe existir un momento en que los hijos trabajen y se hagan cargo de sus responsabilidades aún cuando vivan bajo el mismo techo de sus padres.

Uno de los signos que los hijos no están adquiriendo la madurez suficiente es que se pasan estudiando o buscando profesiones, entonces los padres se sienten orgullosos porque dicen que sus hijos están creciendo profesionalmente, pero no deben actuar egoístamente ya que los hijos también deben crecer como personas, caso contrario querrán seguir Viviendo en el País de Nunca Jamás y así como Peter Pan tener a su Wendy viviendo con sus papás.

Retomaré una frase significativa del Papa Francisco “No sirve de mucho la riqueza en los bolsillos, cuando hay pobreza en el corazón”, una frase muy cierta ya que nos olvidamos de enriquecer el corazón de nuestros hijos brindándoles sólo bienestar económico.

El tiempo es el tesoro más valioso que tenemos, podemos producir más dinero, pero no más tiempo, pongamos límites en la crianza de los hijos, enseñémosles a proponerse objetivos en la vida, dialoguemos no una, sino mil veces con ellos sin cansarnos y descubrir sus propósitos, para que algún día sean padres de familia con su independencia económica propia.

(*) Psicóloga

Para tus amigos: