Domingo 28 de febrero de 2010
ver hoy
“Este es mi Hijo, el escogido, escúchenle”, fueron las palabras que escucharon Pedro, Juan y Santiago, a quienes Jesús les pidió que lo acompañen a lo alto de una montaña, donde oró profundamente. Y sucedió que “mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió, sus vestidos brillaban de blancos”.
-“De repente, dos hombres conversaban con él: eran Moisés y Elías, que, apareciendo con gloria, hablaban de su muerte, que iba a consumar en Jerusalén”.
-“Pedro y sus compañeros se caían de sueño; y, espabilándose, vieron su gloria y a los dos hombres que estaban con él. Mientras éstos se alejaban, dijo Pedro a Jesús: Maestro, qué bien se está aquí. Haremos tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías. No sabía lo que decía”.
Y fue entonces cuando escucharon la voz de Dios desde la nube: La invitación divina a escuchar y seguir al Hijo amado.”Cuando sonó la voz, se encontró Jesús solo. Ellos guardaron silencio y, por el momento, no contaron a nadie nada de lo que habían visto”.
Fuente: LA PATRIA