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Domingo 28 de febrero de 2010

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Revista Dominical

Músicos, artesanos, turistas y Virgen, magnifican el Carnaval

28 feb 2010

Fuente: LA PATRIA

Concierto de Bandas, muestrario de arte y creatividad • Elías Delgado Morales

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Todos los años, los añejos fastos del Carnaval de Oruro alcanzan un notable timbre de expresión, por su policromía natural y sus características intrínsecas, que sin ninguna duda, son únicas en el mundo entero, por lo que UNESCO hace una década de años, le confirió el singular rango de Patrimonio de la Humanidad, inaugurando internamente su casillero de la Inmaterialidad o la Intangibilidad.

No está demás indicar que este carnaval, fue el primero del mundo en acogerse a esta nominación, aunque lamentablemente el último en avanzar, de acuerdo a lo que exige UNESCO, una vez que hasta el presente no se ha hecho nada a tenor del Plan Decenal señalado por dicho organismo internacional, debido a interferencias oficiosas que no permitieron fiscalización de esto, QUE ES DEL PUEBLO Y NADA MÁS QUE DE ÉL.

Sin desmerecer la opulencia de los más de 30 mil danzarines participantes, la versión reciente del antruejo orureño, se nutrió admirablemente con más de 80 bandas de música, que ocuparon a cerca de 5 mil maestros y operarios, entre ellos muchos compositores consagrados en certámenes nacionales e internacionales.

Estos recios Creadores de Cultura asociados en un ente matriz, en noviembre del anteaño pasado expulsaron a un autócrata de la Asociación de Conjuntos del Folklore (ACFO) por pretender manejarlos como si fueran “empleados de los conjuntos” y no creadores profesionales.

Un bastión de 5 mil músicos se levantó ante el atropello, generando la solidaridad de otros Creadores de Cultura, como son los artesanos del Carnaval, las Juntas Vecinales, Central Obrera, Organizaciones culturales de Oruro, la Iglesia Católica, el propio Alcalde Municipal, y en suma, toda la composición social de Oruro.

La población es consciente que los músicos e interpretes de bandas, constituyen el corazón que vivifica la proyección del carnaval orureño, por consiguiente, engranaje imprescindible de la fiesta. El pasado sábado 6 de febrero, estos músicos ofrecieron la novena versión de un Gigante Concierto en presencia del Jefe del Estado y la flamante Ministra de Culturas, resultando sencillamente impresionante, no solo por la variedad del repertorio interpretado, sino porque fueron esmeradamente preparados por tres meritorios y experimentados directores, que rayaron muy alto por su profesionalismo y técnica.

Tanto en este concierto cuanto en el Carnaval, sobresalió la incorporación de saxofones, flautas, decenas de platillos y cientos de bombos advirtiéndose la actuación de mujeres jóvenes y hasta de una que otra cholita, que motivaron un toque de gracia y originalidad.

Los artesanos en sus diferentes sectores, brillaron como siempre con luces propias en su condición de Creadores de Cultura. Quien no quiera entenderlo así y pretenda también atropellarlos, pecará sencillamente de supina ignorancia.

Los bordadores presentaron en el reciente carnaval, un mosaico de hermosos recamados en mil colores, con motivos de nuestra mitología pétrea, deslumbrando sobre todo a los visitantes, por al imaginería plasmada en pañuelos, pecheras, pollerines, perniles, sombreros y monteras.

Las máscaras y caretas compitieron de igual a igual, derrochando un arte depurado y vigoroso, que en el pasado hizo exclamar a un escritor potosino: “estas caretas son horriblemente hermosas”.

A los anteriores se sumaron modistos, botineros, y peinadores aportando con su cuota para procurar el mejor toque y el mayor brillo posible, especialmente de las danzarinas mujeres de cada conjunto.

Este año, la presencia de turistas, no solo de los países limítrofes, sino de los rincones más alejados del planeta, fue un factor que seguramente activo el movimiento económico de la ciudad, rebasando toda previsión, puesto que las ya numerosas empresas del autotransporte público tuvieron que habilitar numerosos servicios extras, para atender la extraordinaria demanda del interior,

Pero, lo que seguramente llamó más la atención, fue la presencia a media Entrada del Sábado, de una imagen en bulto de un metro de alto, labrada con el auxilio de nuevas técnicas y procedimientos modernos. Los espectadores de la Entrada, de pie saludaron el paso de la Patrona, agitando pañuelos blancos, tal como había sugerido la Comunidad Siervos de María, inspiradora de esta sana iniciativa, que como no podía ser de otra manera, contó con la simpatía y adhesión del Obispo de la Diócesis y la población en general.

Muchas personas, especialmente de las que llegaron del interior, contritas y recogidas saludaron el paso de la imagen, algunas pugnando por tocarla materialmente, porque infundía veneración y respeto íntimos. Sin dificultades la versión tridimensional de la Milagrosa marchó hasta el ya célebre Santuario de la Virgen del Socavón en andas de un grupo de trabajadores mineros, que impusieron su deseo de conducirla, porque la historia señala que los mineros de los parajes del Pie de Gallo fueron sus primeros devotos, al fallecimiento del primer custodio, el orureño Anselmo Belarmino, apodado el Nina- Nina, el 22 de febrero de 1789, quien entre otras cosas, no fue ningún “terror de la ciudad”, sino más bien un ciudadano con valores, puesto que ofrendó su vida en manos del padre de su amada, quien se oponía a este relacionamiento con su hija.

Entonces, con toda esa carga de misticismo e historia, se estrenó, por así decirlo, la imagen en bulto de la “K’achamosa”, con la certeza de que de hoy en adelante, su presencia se reeditará todos los años para recordar a los feligreses apostados en la extensa ruta del Carnaval, que mediante la fe se deben consolidar los sentimientos religiosos y afianzar las propensiones espirituales orureñistas, en torno a su máxima deidad, eliminando esa perniciosa práctica del excesivo consumo de alcohol. De estos principios siempre hemos estado animados, quienes vivimos en estas pródigas breñas saturadas de energía y hospitalidad.

De estos episodios, debemos sacar siempre buenas enseñanzas, por innovadoras y novedosas, para mejorar anualmente a nuestra fiesta mayor y tornarla más universal, porque nuestro Carnaval esta reclamando padrones gerenciales para su mejor manejo y organización, con la participación de elemento técnico y científico.

Es urgente afianzar y dar sostenibilidad al título patrimonial, para no ingresar a la encrucijada del autoritarismo y el caos. Menoscabar la grandeza y el portento de nuestro Carnaval, es lo que están haciendo mecanismos ocultos del interior y también otros agazapados locales. Nuestra obligación racional es mostrar y demostrar todos los días, que todo debe ser transparente, sin asumir poses arbitrarias, porque este Carnaval tiene un solo dueño y propietario, que es el pueblo, que no permitirá “que se siembren nabos sobre sus espaldas”, como diría un ex gobernante del siglo pasado.

Lo que no se debe ocultar menos ignorar, es que el título patrimonial de la UNESCO está en riesgo, porque en casi 10 años de vigencia, no se ha hecho nada significativo.

Fuente: LA PATRIA
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