Lunes 01 de septiembre de 2014
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Editorial y opiniones
Dos confusiones sobre la Iglesia y la política
01 sep 2014
Por: Víctor Codina S.J.
El lenguaje humano es tan rico de significaciones que si no se precisa bien el sentido de las palabras, puede generar errores. Pongo dos ejemplos de afirmaciones ambiguas.
1º “La Iglesia son los obispos”.
Los Pastores de la Iglesia (Obispos, Sacerdotes, Diáconos) indudablemente tienen una función apostólica significativa en la Iglesia, pero la Iglesia es más amplia que ellos. La Iglesia es todo el Pueblo de Dios, formado por todos los bautizados, Pueblo de Dios que sigue a Jesús con la ayuda del Espíritu y que bajo la guía de sus Pastores camina hacia del Reino de Dios, un Reino que ya comienza en este mundo. Jesús anunció el Reino de Dios comiendo con pecadores, sanando enfermos y alimentando hambrientos. Reducir la Iglesia a sus dirigentes es un error. Tampoco se puede identificar un país con sus gobernantes…
2º “La Iglesia no debe meterse en política”.
Según esta afirmación, la Iglesia debería encerrarse en el templo y dedicarse a rezar y llevar almas al cielo. Pero si por política se entiende la búsqueda del bien común y la defensa de los derechos humanos, la Iglesia como Pueblo de Dios ha de comprometerse con las realidades sociales y políticas de este mundo: pobreza, injusticia, discriminación, ecología, etc., denunciando todo aquello que atenta contra la libertad, la vida y la dignidad humana. La política en este sentido amplio forma parte de la misión evangelizadora de la Iglesia, y corresponde tanto a Pastores como a fieles la lucha por la justicia y la paz, la solidaridad con los pobres la defensa de la tierra. Muchos cristianos del pueblo han luchado e incluso muerto por la justicia.