Los países altamente desarrollados como Japón, China, EE.UU., Inglaterra, Francia, Canadá, Alemania, Rusia y otros, han dado prioridad la formación de profesionales técnicos, para tener industrias grandes y solventes, sus productos manufacturados de calidad recorren por todo el mundo, y la pregunta circunda en el mercado, indicando – este producto ¿es japonés?, ¿es americano?, ¿es chino? Los países latinoamericanos, tienen más industrias, fábricas, más centros productivos, fomentan la formación de técnicos, porque es la base de la creación de empresas industriales.
La economía boliviana se desarrolla en el ámbito de reglas del libre mercado, dependiente de la economía neoliberal, en lo tecnológico, científico, político, la presencia dominante de mentalidad extranjera es muy fuerte, ellos no quieren que desarrollemos nuestras industrias, que compitan nuestros productos, están de acuerdo que seamos simples consumidores y vendedores de productos ajenos.
En nuestro país se observa, la contaminación de la naturaleza, deforestación, desocupación, miseria, pobreza, bachilleres deambulando por las calles, por no tener continuidad en sus estudios superiores, profesionales universitarios no cuentan con trabajo, existe pocas industrias, empresas que puedan generar fuentes de trabajo con estabilidad laboral.
En el país se quiere industrializar los recursos naturales, eso significa tener empresas grandes, para la producción, para la exportación de productos industrializados, para lo cual no se tiene recursos humanos calificados, ni las universidades están formando, ni los pocos institutos, ni los colegios de nivel secundario tienen orientación vocacional en el área técnica.
En el país tenemos muy pocos institutos que tengan una oferta de formación técnica, no se cuenta con infraestructura, equipamiento, talleres, laboratorios, para tener recursos humanos con calidad profesional. En los colegios secundarios, se cuenta con poca infraestructura, que fue implementada con el Código de Educación Boliviana, en cambio la ley 1565, no le interesaba casi nada, ha cerrado las carreras técnicas de los colegios, ha devaluado a profesionales técnicos, ya nadie quería ser profesor técnico, porque no era válido, recortando el presupuesto del área técnica, reduciendo los recursos profesionales. Ahora algunos técnicos del Ministerio quieren clausurar a unidades educativas que cuentan con áreas técnicas, los funcionarios necesitan capacitación en el área técnica y productiva, porque están remando contra la corriente.
En las universidades públicas existe poco interés en la formación técnica, están dedicados a la formación académica en las carreras de ciencias sociales, humanidades y muy poco en la formación técnica, pero la demanda es fuerte, ya no se cuenta con albañiles, constructores en el mercado laboral, excepto la UTO, que tiene carreras técnicas, pero insuficientes para el mercado laboral.
La formación en el nivel primario, secundario, está orientado a la formación humanística, dando poca importancia a las áreas técnicas, si existiera voluntad de implementar las áreas técnicas, será a largo plazo y los profesores técnicos que tiene cada institución educativa cuenta con pocas horas de trabajo, el currículo educativo ignora el conocimiento de la lengua y cultura, la cosmovisión de los pueblos indígenas originario campesino, considerado como retroceso de la modernidad.
Sigue la pelea Ministerio de Educación y la organización gremial del magisterio, unos queriendo implementar el nuevo currículo educativo, en cambio la parte sindical rechazando, esta falta de coordinación perjudica a los estudiantes, es necesario preparar un congreso educativo, donde participen todos los sectores, trabajadores obreros y pueblos indígena originario campesinos, las instituciones organizadas ya sean civiles o militares, para hacer cambios fundamentales en la educación.
El país necesita desarrollar la agricultura, la ganadería, en el caso del Departamento de Oruro, se necesita desarrollar la agricultura, la ganadería pero no se cuenta con recursos humanos técnicos. Como el caso de la producción de la quinua y la carne de la llama es insuficiente, ya no alcanza para el consumo interno, lo poco que se ha producido, se está exportando, con inmensa propaganda, siendo enorme la demanda social, antes considerados alimentos de baja calidad, hoy de primera calidad, producido y consumido, por los indígenas aymaras, quechuas, urus, siendo digna de admirar esta realidad.
La educación es fundamental para la transformación social del país, con un currículo que esté relacionado con la parte productiva de la comunidad, con su idioma, cultura y cosmovisión, con los conocimientos de las diferentes nacionalidades, formando recursos humanos, relacionados con la realidad económica, social, cultural, en armonía con la naturaleza.
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