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Sábado 30 de agosto de 2014

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Revista Tu Espacio

Hermanos o rivales

30 ago 2014

Por: Lic. Marcela Patricia Torrico Félix - Psicóloga - Exclusivo para Tu espacio

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Uno de los inconvenientes por los que atraviesan algunas familias se debe a la pelea que surge entre hermanos, éste es un problema que dista desde hace siglos tenemos el claro ejemplo como todos sabemos la rivalidad fraterna entre Caín y Abel. Los conflictos pueden ser ocasionados por diversas causas, como diferencia de edades, bienes materiales, conseguir atención, etc.

Cuando la familia crece con el nacimiento de un nuevo hermano, es éste quien tiene toda la atención de los padres desplazando al primogénito, el hermano mayor suele enfermarse o hacer todo para llamar la atención, pero por tener esta actitud es reprendido o avergonzado por los padres, cuando en realidad tener este tipo de reacción es totalmente natural.

Brindar toda la atención al nuevo bebé es uno de los errores que cometen los padres porque de ésta manera desplazan al hermano mayor, y éste siente que ya no lo quieren, se debe tomar en cuenta que el nuevo integrante de la familia, tiene que acomodarse paulatinamente a las costumbres familiares como también tiene que aprender a respetar a sus hermanos y no al revés como sucede algunas veces, se pide a los hermanos mayores que cambien la forma de vida que tienen , se les prohíbe algunas actividades y es ésta la manera en que se empieza a sembrar resentimiento entre los hermanos y lógicamente en el futuro tendrán inconvenientes.

Se debe poner en claro que la unidad familiar es lo que se quiere conseguir y esto es positivo, pero esto no implica que todos piensen, sientan y actúen de la misma forma, se debe respetar la individualidad de cada uno de los miembros y no realizar comparaciones entre hermanos, con esto no se consigue tener o cambiar un comportamiento, lo único que se hace es minimizar y resentir a la persona comparada.

Esta lucha por la supremacía, afortunadamente no es permanente, existen etapas pero si no son sobrellevadas de forma madura por los padres, esta lucha puede ser permanente o ir empeorando, por ejemplo los niños pequeños quieren los juguetes de los mayores y en vez de inculcar a respetar propiedades de sus hermanos, los padres obligan a dar los juguetes a los niños pequeños.

Cuando se trata de hermanos ya adultos, los padres suelen compararlos, si uno es profesional y el otro no, si uno trabaja y el otro no, si se casan o no ,etc. cada uno tiene sus propias cualidades como también defectos que tiene que ser respetados y no comparados, como ya se mencionó el hecho de que sean hermanos no significa que tengan vidas idénticas, los padres tienen que saber respetar y rescatar valores positivos de sus hijos y simplemente darse cuenta que el hecho de que los hermanos se peleen esconde una razón sencilla, no es por unos dulces sino por el amor de los padres.

Los impulsores para que exista cariño, respeto y admiración entre hermanos son los padres, castigos, recompensas, llamadas de atención y hasta el tiempo brindado, deben ser de forma equitativa, si se quiere recibir respeto, también debemos respetar a nuestros hijos sin importar la edad que tengan, es una buena forma de impulsarlos en la vida, sembrar valores y no resentimiento entre hermanos.

(*) Psicóloga- Consultas: machita_27@hotmail.com

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