El Cooperativismo, es un sistema social, económico, cultural y democrático excelso, cuyo fin es el bienestar y paz de la humanidad bajo los principios de cooperación y solidaridad de las personas, que se practica desde 1844 iniciada por unos obreros ingleses en Rochdale en un almacén de consumo y difundida en todo el planeta en organizaciones de producción y servicios hasta nuestras días. La práctica y administración técnica de este sistema dio buenos resultados, especialmente en los sectores pobres y escasos de dinero o bienes, por falta del factor económico y participación conjunta.
En Bolivia, tuvo su auge en el siglo pasado, en las décadas de 60 al 80, especialmente las de Ahorro y Crédito, federadas a Fenacre, cuya institución se regía con los principios filosóficos y morales del sistema cooperativo, sustentada, por la administración y técnicas del cooperativismo, sin fines de lucro; contaba con instructores que enseñaban la operación correcta en una organización cooperativa. Que en cierto modo actualmente funcionan con esas normas; pero, sin sentido en la cooperación humana neta, principalmente en las productivas y de servicio, donde no operan con esa técnica administrativa del sistema; si no. que su actividad es más mercantilista con objetivos de ganancia y consumo, reglamentada por el Estado.
El pasado, primer sábado del mes de julio se celebró el 92º "Día Mundial del Cooperativismo", declarado por la Alianza Cooperativa Internacional, y recordaban el Centro de Promoción y Fomento al Cooperativismo, el Gobierno; saludando y señalando la importancia que juega en el sector de la economía de Bolivia, "a través de sus aportes al Sistema de Impuestos Nacionales" (LA PATRIA, págs. 7 y 11 de 05/07/14). En efecto, las mal llamadas cooperativas mineras (arrendatarios de Comibol), los de teléfonos en las ciudades, eléctricas rurales, ahorro y crédito; pagan regalías, impuestos, utilidades, etc. y, están bajo las regulaciones y control de leyes comerciales, Trabajo, Seguro Social y demás normas financiales, como cualquier institución empresarial; ya no están exentas de estas imposiciones estatales, ni son autónomas; en el fondo su actividad ya no es netamente social, solidaria y de cooperación humana, como de alguna manera fueron en el pasado.
El cooperativismo según sus principios básicos y fundamentos filosóficos, humanizan y hace solidarios, distribuyendo los bienes y riquezas de un modo equitativo y justo, por medio de la ayuda mutua y el trabajo conjunto; valorando, dignificando el carácter social de ser humano enseña a vivir con racionamiento y creatividad en la vida, con un fin, esperanza y paz social. De ahí la pregunta de los quilates: ¿Se práctica el cooperativismo en Bolivia? ¿El Gobierno y las organizaciones cooperativas, fomentan este sistema, para el bien de los bolivianos o se persigue otros fines?
(*) Abogado Laboralista Administrativo
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