El crimen imperfecto

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Han pasado dos semanas del macabro hallazgo de dos sacos de yute que contenían dos piernas cercenadas y todavía aparecen detalles increíbles del sorprendente caso que conmocionó a la ciudad de Oruro, el asesinato y descuartizamiento de un muchacho de 20 años.

Si se creía que ya habían sido publicados todos los detalles de este asesinato, protagonizado por tres personas que en algún momento llegaron a ser buenos amigos, la historia no terminó ahí, pues el fiscal de materia, Alfredo Santos, director de la investigación, reveló datos que todavía causan asombro.

La conferencia de prensa realizada por el representante del Ministerio Público se dio en instalaciones de la Fiscalía e hicieron imaginar cómo Adrián Morales y Carlos Fernando Silvila planificaron todo, desde un principio, y terminaron con la vida de Jhonatan Villanueva para dispersarlo por pedazos en diferentes zonas de la ciudad.

Esto llamó la atención, pues luego de consumir el popular “whisky boliviano”, (alcohol con agua) el 5 de agosto, los tres muchachos que estaban en la casa de Morales, ubicada en la zona Norte de la ciudad, protagonizaron una pelea, iniciada por el diminuto Silvila y terminada por Morales, quien propinó un certero golpe en la cabeza a su víctima, quien estando en el piso recibe patadas certeras y luego creyendo que ya estaba muerto, fue Silvila quien proporcionó un cuchillo a su compañero para degollar a Villanueva en vida, inconsciente pero vivo aún.

El plan fue tan bien elaborado para desaparecer el cuerpo de la víctima que luego de degollarlo en la habitación de Morales, lo trasladaron a la terraza de la vivienda de dos pisos, donde ambos imputados hacen una especie de altar donde tumban el cuerpo del fallecido y queman la ropa de la víctima, teniendo la misma intención con el cuerpo de Villanueva.

Como este plan no surtió efecto, lo colocan en un recipiente donde le cortan las piernas y la cabeza para tenerlo luego en el techo, pretendiendo ocultar el cadáver.

Al día siguiente, ambos imputados salen con las dos bolsas de yute que contenían las piernas y las dejan, el 8 de agosto, en inmediaciones del mercado “Kantuta” para luego retornar a la casa y llevarse la cabeza en otra bolsa que fue abandonada en inmediaciones de la avenida de Circunvalación y avenida Al Valle.

Al día siguiente, Morales advierte que el olor a cadáver se hacía más fuerte en su casa, por lo que busca de nuevo a Silvila y continúan con el descuartizamiento, esta vez cercenan los brazos y cortan por la cintura al cadáver.

Silvila es quien sacó los brazos embutidos en un bolsón y luego de constituirse en inmediaciones de la calle La Paz, toma un minibús de servicio público que lo trasladó hacia el sector Norte, inmediaciones de las canteras de San Pedro, donde abandona los brazos.

Una media hora después, Morales saca la caja torácica y la pelvis de su víctima, transportándolos en un saco y abandona los restos humanos en una mochila y otra bolsa.

“Debemos hacer constar que no es cierto, como se había dicho que el imputado estaba en total estado de ebriedad o los que participaron, no es verdad, inclusive el imputado Morales tuvo la capacidad de escalar las paredes y llevar hasta el techo el cadáver por esa noche, con la ayuda del otro coimputado, por otro lado, se debe dejar establecido que la causa de muerte no es por asfixia sino por degüello y shock hipovolémico externo, el médico forense así lo determinó”, expresó el fiscal.

Una vez encontrados los restos humanos, el 8 de agosto, las piernas, al día siguiente el tórax y la pelvis, el 19 se produce la aprehensión de Morales, en horas de la mañana, y, por la tarde, Silvila es aprehendido en Tarija, encontrando ese día la cabeza en inmediaciones de la avenida de Circunvalación y avenida al Valle.

Al día siguiente, Silvila es trasladado a Oruro y da las pistas necesarias para encontrar lo que faltaba, los brazos y el corazón.

El miércoles 20 de este mes, el juez Marcelo Salazar instruyó la detención preventiva en el penal de San Pedro de ambas personas, donde permanecen en secciones cerradas por la peligrosidad que genera especialmente Morales.

Fuente: LA PATRIA