Un brote epidémico surgido en África occidental que ha segado la vida de más de un millar de personas, ha movido a los sistemas médicos mundiales y a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a tomar las previsiones necesarias en todas las latitudes para evitar su propagación, ya que este mal no puede ser curado, no hay vacuna, ni tratamiento.
Lo primero que se ha hecho en nuestro país es alertar a los profesionales médicos y todos los servicios de salud adoptar previsiones con un plan de contingencia que impida cualquier posibilidad de su presencia en el país, a partir de gente con el contagio proveniente del exterior y que llegue a cualquier aeropuerto boliviano.
Por lo desconocido del virus y la difícil tarea de identificar a los portadores del virus, es que autoridades de salud adoptan medidas especiales como la capacitación de personal médico en los centros hospitalarios del sector público, como en los del seguro social, esperándose que también asuman en las clínicas privadas medidas de orientación especializada a todo el personal.
Lo grave del asunto y que por supuesto asusta a la población es que pueda presentarse algún paciente positivo, lo que puede prevenirse sólo en base a un cuidado estricto de los viajeros procedentes de extremos internacionales allí donde actualmente prevalece el intratable virus del ébola.
La OMS estima que de momento resulta prácticamente imposible detener el mal, menos contenerlo de manera radical, por lo que la humanidad está en peligro de una epidemia de características mortales que debería cercarse con algunos medios radicales que mantengan a los afectados en total cuarentena hasta que el virus desaparezca, asunto sumamente complicado que sin embargo ha sido comprobado allí donde ya causó daños fatales y se están disponiendo medidas heroicas para frenar a los portadores del mal.
Según nuestras autoridades se asumirá responsabilidad plena en el cuidado de la salud en general, pero sobre todo en la gente procedente de otras latitudes que por razones de seguridad deberá someterse a control exigentes sin reclamo alguno, porque se trata de medidas de seguridad, ordenadas para su estricto cumplimiento.
Para no crear condiciones de pánico en la población, se ha instruido de manera especial a personal médico nacional que se capacite en el conocimiento del virus y en su posible tratamiento, sabiendo que no existe posibilidad de control y eliminación vírica. El tema preventivo se extenderá a los centros educativos, empezando en las facultades médicas, aulas universitarias y en los colegios, donde debe exponerse la situación con claridad y serenidad.
Desde el ministerio del ramo se mencionó la necesidad de ampliar lo más que se pueda un “escudo epidemiológico”, con el material necesario de difusión educativa, como parte importante de la instrucción que debe recibir el personal de control en los aeropuertos y terminales de transporte.
La OMS ha declarado alerta internacional y eso significa que aún así estemos muy distantes del África, el medio de contagio puede presentarse en cualquier lugar donde arribe un pasajero internacional, por lo mismo no se trata de una alerta simple, sino más bien de una exigencia de control en todas las puertas de acceso al país. El ébola es un mal de peligrosa expansión, su control merece atención y un seguimiento combinado con información en el exterior, sobre su localización de manera que su avance ojalá no continúe.
Fuente: LA PATRIA
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