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Warning: session_start(): Cannot start session when headers already sent in /home/lapatri2/public_html/impresa/index.php on line 8 La inseguridad ciudadana un cotidiano vivir - Periódico La Patria (Oruro - Bolivia)
La ausencia de seguridad ciudadana ocurre en todo el país y no se trata sólo de equipar a los policías y funcionarios de seguridad del Estado para frenar algo que se convierte en una cotidianidad, porque cada día se registran hechos que asustan y dejan muchas interrogantes, como el reciente crimen perpetrado en contra de una joven médica bióloga cruceña que incluso motivó una sentencia casi inmediata.
Los asaltos, robos, atracos y hasta asesinatos están al orden del día, por lo que ya no resulta extraño escuchar y ver en los medios de comunicación o leer en los diarios que se encontraron partes de cuerpos cercenados, que mujeres y niñas fueron ultrajadas hasta por sus propios familiares y en la mayoría de los casos abandonadas por sus victimarios tras cometer el abuso deshonesto.
Muchas veces esos delitos se consienten anteponiendo lo económico a lo moral y la propia honra de las víctimas, con el fin de lograr un “arreglo” que permite que los delincuentes queden en la impunidad y sin ningún castigo, cuando la ley prevé que esos delitos serán sancionados en procesos seguidos de oficio por el Ministerio Público, lo que habitualmente no ocurre tras un “desistimiento” de la víctima.
Los problemas de inseguridad ciudadana en la práctica afectan a toda la población y se convierten en una cotidianidad que impulsan cada vez más a los menores a cometer hechos delictivos, como conducir en estado de ebriedad, abusos deshonestos, asesinatos y hasta otro tipo de acciones por el consumo de alcohol y drogas, ante la ausencia de control y vigilancia de sus padres.
Por lo general se comenta que la violencia se origina en factores socioeconómicos que sirven de caldo de cultivo para que los jóvenes tomen el camino de la delincuencia, por un excesivo “desprendimiento” de sus progenitores que les dan dinero, en la mayoría de los casos sin saber en qué y cómo utilizan y, también por comodidades y facilidades que les otorgan –casi siempre- en compensación a la falta de control, cariño, amor, acompañamiento y vigilancia que merecen sus hijos.
Otro factor preponderante es la falta de educación cívica y moral a los jóvenes y señoritas que antes existía como parte de la formación escolarizada y estaba destinada a orientar en la línea de un correcto actuar a los estudiantes que pasaban las denominadas clases de religión y tenían que asumir patrones de conducta en el marco del respeto, la consideración y hasta el cuidado de sus compañeros para evitar los hechos que ahora se suceden por el ejemplo con el denominado “juego de bulling”.
La ausencia de formación con valores se advierte cuando se conoce que en pleno centro de la ciudad, tres sujetos, uno de ellos menor de edad, son detenidos por utilizar una pistola de juguete para atracar a una mujer con el objeto de robarle un maletín que llevaba con 14.000 bolivianos y un celular. El hallazgo tétrico del cadáver de una mujer asesinada en la urbanización “9 de Junio”; el robo de 11.300 bolivianos en una pensión a medio día, así como la fuga del conductor de una vagoneta que tras ser retenido por mal estacionamiento y no tener licencia en inmediaciones del mercado “Campero”, agredió y golpeó con la puerta del motorizado a una policía y emprendió veloz carrera.
Se suma en los últimos días el descubrimiento de un saco de piedras donde colgaban dos piernas de un cuerpo cercenado, del cual todavía se buscan la cabeza y los brazos, ya que se encontró en diferentes sitios la cadera y torax, hecho que motiva preocupación de la población de la zona norte de la ciudad en inmediaciones del mercado “Kantuta”, así como el hallazgo de una placenta en inmediaciones del “Parque de la Unión” en pleno centro de nuestra capital.
Otros delitos denunciados fueron el rapto de una joven de 15 años víctima de abuso deshonesto y también las denuncias permanentes de las “pildoritas” mujeres que utilizan diversos medicamentos para robar dinero y automotores a sus ocasionales acompañantes. La matanza de varios canes para robar en las viviendas de varios productores de quinua, de donde los antisociales se llevaron el cereal por tener un precio alto en el mercado. También el arresto injustificado de un suboficial militar que es víctima de maltrato en condiciones de encierro inhumano, por haber reclamado, junto a sus camaradas, la descolonización y trato igualitario en los cuarteles. Los “ajustes de cuentas” que califican las autoridades de gobierno, a los asesinatos que se cometen en la zona oriental del país, una mayoría a plena luz del día en zonas céntricas y locales concurridos.
Esos hechos sumados a otros que a diario se conocen demuestran que no solamente se trata de otorgar más equipamiento a las unidades policiales, sino más bien de emprender una ardua tarea de concientización y educación ciudadana para lograr un cambio de actitud de la población juvenil y además formarles con valores y responsabilidad que les permitan construir una sociedad libre del flagelo del alcohol y las drogas, así como el tráfico de estupefacientes que es otra noticia cotidiana.
Ojalá las autoridades educativas puedan cambiar las tendencias de un denominado “Estado Laico” para devolver a los jóvenes la formación que les arrebataron al suspender su capacitación con principios basados en el respeto mutuo y la responsabilidad ante las leyes, para evitar ser víctimas de las propias acciones delictivas que muchas veces cometen por imitación, incitación o hasta por simple curiosidad. Eso tiene que cambiar y la base para lograrlo es una adecuada y buena educación con principios y valores.
(*) Periodista
lapalabraencarnada@bolivia.com
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