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Jueves 14 de agosto de 2014

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Ecológico Kiswara

Editorial

Sin solución el problema de olores nauseabundos

14 ago 2014

Fuente: LA PATRIA

Pasaron ya muchas gestiones y continúa un problema en la ciudad de Oruro, el de los olores nauseabundos que aparecen hacia las 18:00 horas y permanecen hasta avanzada la noche, pero ni las autoridades del Municipio, ni las de la Gobernación le han dado solución.

Es preocupante la situación, ya que por lo general lo que acompaña a los olores nauseabundos es la contaminación y los microorganismos que pululan en el aire amenazando la salud de las personas.

En cuanto al origen de esos olores, primero se indicó que venían de las ladrilleras que se encuentran cerca al botadero de Huajara, que a cierta hora comienzan a funcionar y despiden humo contaminante, el mismo que se puede apreciar por las mañanas cuando se está llegando por carretera a la ciudad desde otros lugares.

Luego se dijo que los olores provenían de las alcantarillas que se taponaban y sobre todo en verano despedían esos hedores por el calor, sin embargo, ahora estamos en invierno y se sienten con mucha intensidad.

Otra explicación que se dio es que el olor proviene de la planta de tratamiento de aguas servidas ya que, se dijo, alguna de las bombas no estaba funcionando bien o estaba inutilizada.

Asimismo, hubo alguien que le echó la culpa a lo que alguna vez fue el río Tagarete, que hoy por hoy es sólo un canal de agua fétida y contaminada que pone en riesgo la salud de las personas que viven en su rededor.

Muchas fueron las versiones sobre el origen del mal olor, sin embargo, nadie le dio solución hasta el momento, las autoridades de medio ambiente andan ocupadas en otras cosas y realizan campañas esporádicamente cuando llega la época de San Juan o cuando alguien, como Milena Fernández, dice que la ciudad es fétida y sucia.

Pero el problema es para quienes viven en esta ciudad, pues los hedores son insoportables a cierta hora y lo peor es que éstos entran en los domicilios, ya sea por puertas abiertas, ventanas o inclusive por las rendijas, convirtiendo los lugares cerrados en espacios malolientes.

Esperemos que las autoridades finalmente encuentren el verdadero origen de dicho problema y le pongan una solución definitiva.

Fuente: LA PATRIA
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