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Sábado 09 de agosto de 2014

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Revista Tu Espacio

Conociendo la casa de Simón I. Patiño

El dormitorio de Albina y Simón todo un lujo

09 ago 2014

Fuente: LA PATRIA

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La excentricidad de Simón I. Patiño se refleja en su dormitorio que forma parte del museo que se encuentra en la Casa de la Cultura, dependiente de la Universidad Técnica de Oruro (UTO). Se podría decir que al barón del estaño le gustaba vivir con todos los lujos a los cuales podía acceder, debido a su fortuna.

Para hacer este recorrido, recurrimos a nuestro guía, Ángel Arancibia, quien nos explica acerca de las características de esta habitación. Él vivía como un rey ya que tenía adornos en el dormitorio, tenedores de bronce. Asimismo, el catre tipo matrimonial de bronce con ruedas, el sumiere con alambre tejido, las almohadas bordadas con los nombres de la pareja.

Los edredones están elaborados con plumas de ganso y el colchón con fibra de vicuña. El velador hecho de mármol, mientras que la lámpara de noche con cristal de roca y bronce.

Cada uno tiene un biombo, dos estufas eléctricas que fueron las primeras que llegaron a Bolivia, ya que en esa época las únicas casas que tenían energía eléctrica eran con generador eléctrico a motor, como la casa de Patiño.

La araña del dormitorio está hecha en bronce y cristal de roca; en la habitación hay un ropero de tres cuerpos tipo modular para guardar los documentos y donde hacía sus cartas.

La ropa que usaba doña Albina está en exposición como algunos sombreros de la pareja. Hay dos tocadores de distinta fabricación, al estilo francés y alemán. Además de una jarra, un lavador, una bacinica de porcelana, escupideros de fierro enlosado. Destaca también un espejo tipo libro que les servía para peinarse, hecho en bronce.

Al pie de la cama están las botas negras de Simón y cafés de doña Albina, que fueron importadas de Londres. Mientras que los botines y zapatos con perlas fueron traídos desde Francia.

En el centro de la sala hay una estatuilla de una dama francesa, así como sillones egipcios. Bastonería y perchero. Un detalle que destaca en ese lugar es el retrato del negrito Salvador. Tanto las alfombras como las cortinas son persas. Las molduras del techo fueron adecuadas de acuerdo al ambiente, mientras que el empapelado fue colocado con sus ribetes.

Fuente: LA PATRIA
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