Sábado 02 de agosto de 2014
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En el mes de la Patria, el 2 de agosto de 1953, es un día histórico que jamás se olvidará, porque en Ucureña, el Presidente de la República, Doctor Víctor Paz Estenssoro, firmó el decreto de Reforma Agraria, constituyéndose una determinación importante dentro del proceso de cambio económico social que necesitaba el país.
Con esa medida, ante la expectativa mundial, se incorporó como parte de la sociedad a una población que fue víctima de toda clase de desmanes por grupos oligárquicos afincados en el Poder, los cuales provocaban la despoblación del agro boliviano.
El paso dado, significó que la población indígena reivindicaba su jerarquía económica y su condición humana, gracias a una justa redistribución de la tierra para que la trabajen, siendo deber del Estado, cooperar en la modernización de sus cultivos, respetando y aprovechando sus tradiciones colectivas, algo que se ha conseguido.
Son 61 años de aquel acontecimiento, y la gente campesina, adquirió derechos y obligaciones como parte de su constante superación, porque no solo es ahora dueño de su parcela, sino que también mejoró su condición de vida, lo cual le da plena vigencia en la toma de decisiones nacionales más importantes.