Jueves 24 de julio de 2014

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Una dirigente oficialista hace pocos días advirtió que no se garantizaría la seguridad de los opositores que ingresen en el Chapare para hacer campaña electoral. El secretario ejecutivo de la Federación de Campesinos de La Paz “Túpac Katari” anunció que en las 20 provincias del departamento no se va a permitir “a ningún partido de la derecha neoliberal” realizar dicha campaña. Estas declaraciones no sólo ponen en duda la transparencia del proceso electoral, sino que también muestran una preocupante y extendida deformación del concepto de la democracia.
La falta de formación cívica hizo que se difunda la curiosa idea de que la mayoría de los votos y el goce del poder otorgan el derecho a mandar sin límites, en este caso a vetar a toda opción política opositora, lo que representa una actitud totalitaria y continuista.
Las deformaciones de la democracia no solamente se presentan en Bolivia. La ONG Latinobarómetro, en un reciente estudio basado en una encuesta concluye: “La imagen que los latinoamericanos tienen sobre la democracia en su propio país y en otros países, no coincide con la de los expertos”. Y añade: “El mecanismo de las instituciones, la separación entre los poderes y el Estado de Derecho no son del todo claros en las mentes de los ciudadanos (latinoamericanos) al momento de evaluar el grado de democracia en esos países”.