Una discusión terminó con la muerte de un joven con 37 heridas de cuchillo

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Una borrachera organizada por cuatro amigos, el 11 del presente mes, en la localidad de Turco, sector fronterizo del Departamento de Oruro, se convirtió en grave discusión que acabó con la muerte de uno de los participantes, que recibió 37 heridas causadas por un cuchillo de cocina manipulado por dos de los ebrios, según revelaron autoridades originarias de esa población.

La investigación realizada por personal de la División Homicidios de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), cuyo informe fue ratificado por el Director de esa institución policial, Cnl. DESP Wenceslao Zea Ophelan Palza, da cuenta que la víctima, Willy Luna Véliz, de 28 años de edad, domiciliado en Turco, fue dado por desaparecido desde el 11 del presente mes, cuyo paradero fue motivo de preocupación de las autoridades originarias y población en general.

DILIGENCIAS

Luego del descubrimiento y esclarecimiento del crimen, las autoridades originarias procedieron a castigar con látigo a los autores confesos, Rolando Ticona de 24 años de edad y Pedro Mollo Flores de 18, quienes posteriormente fueron entregados al Jefe Policial de Turco, Sgto. Basilio Solíz Huanuco, quién a su vez, participó del hecho criminal a las autoridades de la FELCC de Oruro, disponiéndose el viaje de una comitiva de investigadores junto al Fiscal de Materia Adscrito a la FELCC, Dr. Fernando Melean y la Médico Forense, Dra. Wilma Bigabriel, quienes procedieron a la complementación del proceso investigativo con el levantamiento de las Diligencias de Policía Judicial.

Las autoridades originarias de la Población de Turco, que tuvieron importante actuación en el esclarecimiento del crimen y que participaron de la reunión “confesoria” de los autores, cuya advertencia de hacer “justicia comunitaria” presionó a los autores a confesar su delito, fueron las siguientes: Roberto Vega Flores, Corregidor; Nemesio Choque Mollo, Alcalde; Gregorio Choquevillque Mollo, Hilacata y Sgto. Basilio Solís Huanuco, Policía de Servicio.

ANTECEDENTES

Durante la sesión de confesión a la que fueron sometidos los autores, se conoció entre los antecedentes, que la noche del 11 de febrero, se reunieron cuatro amigos: Rolando Ticona Zubieta de 24 años, Willy Luna Véliz de 28, Pedro Mollo López de 18 y un menor de 16 años, en el domicilio del primero de los nombrados, ubicado en calles Martín Quispe y Sajama de esa población, para compartir algunas botellas de cerveza, habiendo exagerado en número y cantidad, sin precisarse la hora en que se inició el altercado o discusión.

Producto del consumo exagerado de cerveza, el propietario de la vivienda, Rolando Ticona, se quedó dormido en una de las camas existentes en el cuarto y por desaveniencias personales o producto de la borrachera, Willy Luna vertió insultos contra Pedro Mollo, subiendo de tono, hecho que molestó a Mario Choque, quien se retiró del inmueble. A los pocos minutos, Willy Luna salió de la habitación para hacer sus necesidades fisiológicas y al retornar, se puso furioso lanzando amenazas de muerte contra Mario Choque y Pedro Ticona.

Dirigiéndose a la cocina, Willy Luna, cogió de la mesa un cuchillo, hecho que asustó a Pedro Mollo, saliendo al patio para observar por la ventana los movimientos de Willy, quien se dirigió al lugar donde estaba la cocina a gas, para accionar la garrafa abriendo la llave de seguridad. Ese hecho hizo a que Pedro Mollo reaccionara, rompiendo los vidrios de la venta para ingresar a la habitación, donde dormía “la mona”, Rolando Ticona, a quien trató de despertarlo gritándole “Willy quiere matarte”, al margen de increpar a Willy por su actitud agresiva, hecho que sumado a la bulla existente, Rolando se puso de pie.

En esa circunstancia, Willy Luna con el cuchillo blandiendo en la mano, trataba de atacar a Pedro Mollo y en un forcejeo le quitó el arma blanca con el que le atacó, causando la caída abrupta al suelo de Willy Luna, donde fue salvajemente acuchillado en el rostro y el tórax. Cansando de realizar los cuchillazos, Pedro Mollo entregó el cuchillo a Rolando Ticona, quien con la misma saña del primero, igualmente propinó y causó varias heridas punzo cortantes en la humanidad de Willy, que yacía en el suelo, probablemente muerto en forma instantánea, al haber recibido 37 cuchilladas.

El cuerpo inerte de Willy Luna, agarrado de pies y manos, fue trasladado varios metros cerca a una casa en media construcción donde fue abandonado en medio del patio. Luego de ello se dirigieron a la casa donde organizaron la parranda, para dormir.

OCULTAN EL DELITO

Los autores confesos del crimen, Pedro Mollo y Rolando Ticona, en su propósito de ocultar el delito, el viernes 12 del presente, despertaron muy de madrugada, mientras la población descansaba, y se dirigieron al lugar donde habían dejado el cadáver de Willy Luna.

Buscaron herramientas de zapa, una pala y una picota, con la que cavaron una fosa, en la que enterraron el cadáver de Willy Luna. Al mismo tiempo se dedicaron a hacer desaparecer todas las huellas, el charco de sangre y los vestigios que quedaron de un crimen, que por 9 días, lo consideraban como “crimen perfecto”, porque nadie sospechaba de que Mollo y Ticona, eran los autores del macabro suceso, ya que desarrollaban sus actividades en la población, “como si nada hubiera ocurrido”.

Concluida la tarea de borrar las huellas, ambos se despidieron luego de hacer un pacto secreto, de que no dirían nada a nadie.

Pedro Mollo se dirigió a su domicilio, donde se cambió de ropa y la que tenía manchas de sangre, la guardó en una bolsa nylon negra, dirigiéndose al Río Santa Bárbara, ubicado en la Zona Sur de la población, donde la lavó para hacer desaparecer las manchas de sangre que habían quedado impregnadas, principalmente en el pantalón, con lo que creyó que el hecho jamás se descubriría.

DESAPARECIDO

Autoridades y pobladores de Turco, ante la ausencia intempestiva de Willy Luna Véliz, de 28 años de edad, comenzaron a indagar a sus familiares y amigos, presumiendo de que habría emprendido un viaje sorpresivo al interior, hecho que no podía hallar respuesta.

Tras largos nueve días de su desaparición y ante la conducta sospechosa que mostraba Pedro Mollo, en su accionar diario, que motivó la preocupación de su señor padre, Ponciano Mollo Flores de 60 años de edad, éste (el padre de familia), solicitó a las autoridades originarias de la población de Turco organizar una entrevista “confesoria”, citándolos a los dos sospechosos: Pedro Mollo Flores y Rolando Ticona Zubieta.

En la oportunidad, tras haber recibido serias advertencias de las autoridades originaria, de que “si mentían, serían condenados a la justicia comunitaria”, ambos confesaron con lujo de detalles el horrendo crimen perpetrado contra el amigo, vecinos y compañero, Willy Luna Véliz, de 28 años de edad.

NECROPSIA

Autoridades originarias y pobladores de Turco que se sumaron a la comitiva oficial de autoridades del Ministerio Público (Fiscal, Médico Forense e Investigadores de la FELCC), obligaron a los autores del macabro suceso, a desenterrar la tierra que cubría el cuerpo de Willy Luna, que fue exhumado y trasladado al cementerio de la población, donde la Médico Forense, Wilma Gabriel Ramos, practicó la necropsia de ley.

El cadáver que presentaba estado de descomposición, en la revisión externa estableció que presentaba 37 heridas corto punzantes en el rostro, el tórax y el abdomen. La necropsia permitió a la Médico Forense, establecer que el corazón, los pulmones, el hígado y otros órganos sensibles, sufrieron perforaciones con lesiones graves causadas por arma blanca, siendo la causa de muerte “Shock Hipovolémico, Hemorragia Aguda Interna y Externa.

Concluida la tarea investigativa, los familiares de la víctima, sumidos en un mar de lágrimas, dieron cristiana sepultura a su ser querido.

La comisión oficial retornó a Oruro, trasladando a los autores confesos del crimen, quienes por determinación del Juez cautelar, fueron recluidos en la Cárcel Pública “San Pedro” de nuestra ciudad, a la espera de una sentencia, que les privará de libertad, al menos 30 años, según se comentó en esferas judiciales.

Fuente: LA PATRIA