Lunes 21 de julio de 2014
ver hoy
En la actual Bolivia preelectoral, la unidad política de la oposición debió haber sido la única premisa para propiciar el cambio político, frente al continuismo autoritario del régimen que preside Evo Morales, hace casi 9 años. Ese ideal de cambio debió ser común en la oposición y en aras a él, se debió sacrificar cualquier proyecto personal o discordia particular.
Solo con 4 candidaturas enfrentadas al oficialismo, se puede hablar de dispersión frente al enemigo principal: Evo Morales. Al parecer, de los 4 frentes opositores, 2 podrían tener poco peso electoral. Son el Movimiento sin Miedo de Juan del Granado y la cruceña Adriana Gil -víctima ella del canibalismo político oficialista, al margen de sus problemas familiares- y el representante indígena por el Partido Verde, Fernando Vargas. Unidad Demócrata (CUD) con el binomio Samuel Doria Medina-Ernesto Suárez, y la Democracia Cristiana (DC) con Jorge Quiroga y Tomasa Yarhui, disputarán los votos de grandes sectores de población opositora. Lo harán cada uno por su lado, en vez de habérselos disputado juntos al presidente-candidato inconstitucional del oficialismo, Evo Morales. Que CUD es más de centro, frente a la candidatura democristiana, que es de derecha, son diferencias no antagónicas.