Domingo 20 de julio de 2014
ver hoy
Incluso, aunado a la belleza y a la perfección universal de las obras divinas, hay que reparar en un progreso perpetuo y absolutamente ilimitado de todo el universo, de tal suerte que siempre avanza hacia una mayor civilización. Así es como nuestra tierra, hoy en gran parte cultivada, lo será cada vez más. Y si bien es cierto que de vez en cuando alguna parte regresa al estado salvaje, o es destruida o sumergida, hemos sin embargo de considerarlo del mismo modo en que acabamos de interpretar las aflicciones; es decir, que esta misma destrucción o esa sumersión, permite progresar hacia alguna consecuencia superior, de manera que en cierta forma nos acabe por beneficiar este daño.
Leibniz. Filósofo alemán, 1646-1716
“Del origen radical de las cosas”
