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Domingo 20 de julio de 2014

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Revista Dominical

Nazaria Ignacia escritora, poetisa y tenaz defensora de la mujer

20 jul 2014

Fuente: LA PATRIA

Por: Patricia Barriga Flores - Periodista

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Muchos conocen la historia de la hermana Nazaria Ignacia, una religiosa que llegó a Oruro a formar parte del hogar de ancianos, y luego fundó una congregación que hoy está expandida prácticamente en todo el mundo.

Su labor enmarcada en el amor de Dios y la misión de Cristo fue difundida por todo el mundo, a tal grado que fue beatificada entregando al mundo sus enseñanzas.

Sin embargo, en la casa que ha sido cuna de las hermanas Cruzadas de la Iglesia, existe un sinfín de historias que contar de esta magnífica mujer, que en un tiempo en el que el “sexo débil” era invisible, sin derechos, sin voz ni voto, y cuando se concebía a las religiosas dentro de un convento sin salir, es que Nazaria Ignacia cambió la historia misma de la Iglesia en Oruro.

En principio por su labor en las calles, pidiendo colaboración para mantener a los ancianos, a través de la misión fuera de un convento, inquieta por hacer que florezca la solidaridad en los orureños, siempre con el objetivo de implantar a Jesús en el corazón de los hombres, pues decía: Que Cristo reine en los corazones de la humanidad, siendo siempre su afán implantar el reinado social de Jesucristo, con el mensaje: “No sólo quiero pan para el hombre, sino levantar la dignidad del ser humano”, que era su tarea fundamental.

Es así que luego de ser designada para transformar la casa que hoy se conoce como el Beaterio en el que además se acogen los restos de Nazaria, es que se encuentra un acopio no sólo de archivos, sino de una serie de objetos y de historias, convirtiendo el lugar en un museo de la historia de la Iglesia orureña, ya que su obra está unida con el inicio de la Diócesis de Oruro. Además es un museo histórico, porque el templo data del siglo XVI.

Todo lo que encierra esas paredes, es un tesoro que los orureños deben conocer, para ello se ha encargado a la hermana Jacquelyn Romero para que pueda realizar un trabajo de preservación de todo ese patrimonio y ponerlo en las mejores condiciones, y que en un futuro no muy lejano, se espera, el pueblo orureño pueda acceder a conocer los escritos de Nazaria Ignacia, y los objetos que dan fe de su obra.

Romero nos cuenta sobre una de las inclinaciones que tenía la madre Nazaria, y que hasta el momento no se conoce mucho, era poeta, y esto está plasmado en las ediciones de boletines y la acción social de la mujer que era lo que promovió en esas épocas.

“Cada rinconcito en este espacio tiene algo que decir, por esta casa han pasado los presos políticos, ha habido un momento histórico en que incluso ha peligrado la vida de Nazaria, pues a inicios de una congregación preconciliar, en momentos en que la mujer estaba tan relegada y por otra parte una mujer religiosa que no puede salir de los conventos, va a cambiar y dar un vuelco a la historia de la misma vida religiosa, fundando una congregación misionera, que sale a las calles, y se compromete con todas las situaciones históricas y que en la Guerra del Chaco se observará el rol y papel que se propuso cumplir”, manifestó Romero.

Se la ha catalogado como una “doctora de la iglesia” por la gran profusión de escritos que ha tenido, cartas, informes, reflexiones, sus periódicos, y es a partir de esto que se va descubriendo esa calidad humana que tenía ella, visionaria que a diferencia de lo que se cree hoy, de que recién las mujeres comenzaron a luchar por sus derechos, pero Nazaria en sus diarios empieza a hablar con mucha antelación del importante rol histórico que puede tener la mujer, siendo las primeras llamadas como combatientes en este campo, ellas serían las primeras armadas, y en esa línea fue muy coherente entre lo que dice y hace y, “a decir verdad cuando uno estudia esa vida se encuentra con campos de acción pero increíbles en esa época”, comentó el delegado episcopal de Comunicación de la Diócesis de Oruro, René Cueto, quien sueña con que pronto este patrimonio sea accesible para el pueblo.

Nazaria Ignacia era una persona tremendamente íntima a Dios, y actuaba en esa fidelidad a Él y por eso salía a las calles para mostrar la misericordia de Dios; y en esa su intención recoge a las trabajadoras del hogar, las capacita, las forma y sindicaliza. Pero también junta a las que se denominaban “damas de sociedad”, a quienes evangeliza y sensibiliza para acercarse al hermano en solidaridad.

Esta española que amó profundamente la tierra de los urus, vio que la guerra es una peste que daña a la humanidad, por lo que no vacila en lanzarse, junto a sus hermanas a ayudar a los combatientes de la Guerra del Chaco, y después, a trabajar con las consecuencias de esta guerra, por lo que acoge en su casa a los huérfanos, también para la olla del pobre y del desocupado, formando comisiones.

“En esta casa, como si nada, daban de comer a mil o mil quinientos obreros, posteriormente fue un establecimiento educativo, con el nombre de la Santa María Goretti; a partir de Oruro se ha expandido a todo el mundo y esta obra se ha llamado la obra total porque se trata de abarcar a la totalidad de la persona con la misericordia del Padre, allí donde está una situación de injusticia o pobreza allí estarán ellas, para mostrarles el amor y la misericordia del Padre”, expresó Cueto.

HISTORIA

La historia de esta congregación está ligada con un cordón umbilical que no se separará a la iglesia orureña, es decir, antes de que se erija esta Diócesis, el padre Abel Isidoro Antezana, que era vicario cooperador y párroco de la Catedral conoció a la madre Nazaria, quien era una hermana del Hogar de los Ancianos, que andaba por las calles pidiendo limosna para sus beneficiarios, y lo hacía con el mejor esmero, entonces vio el interés de ella el campo misionero, de salir a anunciar al pobre, mostrarles el reinado social de Cristo, y en 1924 se erige la Diócesis de Oruro, junto a la de Potosí y Tarija.

Al año siguiente en junio se funda la congregación, por eso monseñor Antezana decía con mucho orgullo que “La cruzada pontificia era la hija primeriza, tierna y legítima de esta iglesia de Oruro”, y así lo recomendaba a los obispos cuando se quería fundar en otras ciudades y países.

Y es a partir de esta congregación que se han ido fundando en los países de cuatro continentes las hermanas cruzadas de la Iglesia, de los laicos como familia extensiva, de los sacerdotes como amigos del carisma de Nazaria Ignacia y de las misioneras seglares.

Hoy, todavía hay mucho por hacer para conservar este tesoro, por lo que se convoca a los jóvenes voluntarios que quieran colaborar, se puedan unir a esta acción para luego contar no sólo con un lugar turístico más, sino se trataría de una peregrinación por la casa de esta beata, futura santa, pues se está postulando a Nazaria para que sea canonizada, y así Oruro tendría a su primera santa, cuya obra y milagros serían conocidos por todo el mundo, pues no se puede dejar de comentar, que mucha gente visita su cripta para pedirle favores, que según testimonios, son concedidos.

Fuente: LA PATRIA
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