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Sábado 19 de julio de 2014

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Revista Tu Espacio

Motivación en el aprendizaje

19 jul 2014

Por: Lic. Marcela Patricia Torrico Félix - Psicóloga - Exclusivo para Tu espacio

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Existen muchos factores para motivar, estimular el aprender dando refuerzos de interés, motivar significa moverse, es una necesidad o un deseo que dinamiza la conducta, dirigiéndola a cumplir una meta u objetivo, si se motiva en el aprendizaje, la capacidad de aprender resultará más sencilla.

Los niños que esperan alborotados para poder entrar a la escuela descargan su ansiedad y emoción hablando a los gritos, riendo y empujoneándose, una forma de sentirse motivados porque se encuentran con sus compañeros, las causas que determinan la conducta de los seres humanos son numerosas y están teñidas por diversos motivos.

Al alumno lo que le motiva es conocer lo desconocido, lo que más le interesa lo motivará más, por tanto la motivación requiere de intereses para la atención acompañada de un sistema de refuerzos importantes, la gran dificultad es el esfuerzo mental que las personas tiene que hacer y este esfuerzo no suele ser motivado.

En ocasiones la capacidad mental no es utilizada al máximo, porque no es impulsada de forma correcta, es así que en algunos casos por ejemplo se pide al alumno que prepare una exposición y lo que se califica más son los cuadros de dibujo y no la forma de exposición, ocasionando de ésta forma que el alumno no esté motivado en una siguiente actividad.

En la motivación se toman en cuenta también los modelos a seguir, por ejemplo la motivación empieza a surgir en los hogares en que se concede importancia a la excelencia y a la capacidad como medios para alcanzar niveles satisfactorios o contrariamente si no se incentiva la superación se enseña indirectamente el conformismo.

Los niños muy motivados a menudo tienen padres que alientan esa dependencia desde edad temprana y los elogian y recompensan por sus éxitos, animan a sus hijos a vestirse y alimentarse solos, a rendir bien en la escuela y expresar el afecto y complacencia cuando sus hijos alcanzan logros.

La motivación tiene raíces emocionales, porque se aprende a asociar los logros con emociones positivas, como por ejemplo si un estudiante sale a la pizarra a resolver un problema y lo resuelve en forma correcta por primera vez, una sonrisa, una mirada de aliento y una felicitación lo motivarán a seguir adelante.

La motivación en el aprendizaje dependerá de dos polos, uno es el del maestro y el otro corresponde al alumno, debe haber un compromiso de ambos para motivar el proceso de aprendizaje, un equilibrio de las dos partes, si el alumno se siente motivado pero el maestro no corresponde a esta motivación, difícilmente el alumno volverá a motivarse o cumplir algún propósito.

Para que el alumno se sienta motivado para aprender, el maestro deberá impartir presencia y carácter personal, revisar tareas como prácticas, tomar exámenes, repaso, el día que indique y no cambiar fechas a último momento o peor aún, indicar una fecha de examen y no cumplir lo mencionado.

Debe haber una participación activa, conseguir la atención voluntaria del alumno, que las clases no seas sólo magistrales sino activas y prácticas, hacer participar a todos por igual e incentivar y felicitar cada participación, comprender algunos percances y corregirlos con mucho tino sin ridiculizar.

El incentivo puede ser un premio de diversa índole, pero debe existir un control en los incentivos para que no se convierta en costumbre y no depender de ellos constantemente, se debe suministrar tareas que promuevan la curiosidad, las acciones para motivar deben estar en concordancia con los estilos de cada persona.

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