Sábado 19 de julio de 2014
ver hoy
¿Será el modelo de desarrollo de las provincias Chapare y Carrasco, de Villa Tunari, de Ivirgarzama, el destino que espera al Estado Plurinacional de Bolivia el 2025, cuando cumpla 200 años de independencia política? Ese es el territorio gobernado por el MAS desde hace tres lustros.
Parecería estrambótico comparar una población de 50 mil habitantes con un país; sin embargo, los datos duros muestran que si se sigue ese ejemplo de desinstitucionalización, sin oposición, un horizonte catastrófico espera a la nación, sólo beneficioso para el grupo que captura el aparato de la administración pública desde hace décadas, sin prisa pero sin pausa. Como en la ciencia, el microcosmos se relaciona con el macrocosmos.
Desde las elecciones municipales en 1985, las reglas democráticas permitieron el ingreso de representantes de sindicatos a puestos de poder local. Aquello fue una señal luminosa de la profundización de la democracia boliviana, completada con las potencialidades que dio la Ley de Participación Popular al entregar recursos a cada alcaldía, aún la más lejana.
Sucesivas siglas origen del Movimiento al Socialismo (MAS) lograron un ascenso vertiginoso desde 1995 hasta 2010, principalmente en los municipios cochabambinos productores de coca. El MAS es ahí mayoría absoluta y podría mostrar el pleno desarrollo del proceso de cambio, del “socialismo del Siglo XXI”, sin neoliberales ni DEAs.