Con lágrimas en los ojos, contenidas por la fuerza de su corazón luchador, y con la voz debilitada por suspiros tenues, el profe Grover Véliz, creador y director del programa televisivo Pueblo y Arte, me confesó, desde lo más profundo de su espíritu, sus sentimientos de ruego y de petición al Creador, para que le dé más vida para seguir adelante, a pesar de su enfermedad, y llegar a sentir de verdad que la semilla del programa haya irradiado más allá del tiempo, y que el arte, la cultura y la educación sean un motivo y una razón humana en los espacios de la comunicación.
El “profe” tiene cincuenta y nueve años, usa lentes, está delgado, algo encorvado por el peso de sus sueños logrados y muestra claras señales de su batalla contra el cáncer en el estómago que no le da tregua de bienestar. Nació en Salinas de Garci Mendoza, se graduó como maestro de Artes Plásticas, y desde sus veintitrés años se dedicó íntegramente al activismo cultural en lugares de gentes excluidas como Vinto, Caracollo, Machacamarca y zonas periféricas de nuestra ciudad capital.
Me atendió en una entrevista informal y cordial en su centro de operaciones (su domicilio), desde donde se planifica el programa trascendental que este 16 de julio cumplió 31 años de vida a favor de la cultura y la educación orureña. Me mostró su videoteca en sistemas Umatic, Beta, VHS y DVDs, los archivos prolijos de pauteo de contenidos, las distinciones y premios recibidos, todo su “arsenal” televisivo que le fue útil desde hace más de tres décadas, formando hasta la fecha un récord de más de tres mil programas grabados ininterrumpidamente, y que ahora los ordena y los cataloga profesionalmente para contar con un registro histórico de sus emprendimientos surgidos a comienzos de la década de los ochenta.
El programa televisivo tuvo su periodo de gestación en la pura experiencia, en la curiosidad y la voluntad del aprendizaje constante, y de manos de maestros que trabajaron en la producción y realización de un programa de teatro, dirigido a jóvenes, y realizado por Alfredo Rivera Achá y Gualberto Palomeque Mendieta en el Canal 2, Televisión Oruro, allá por los años ochenta y ochenta y uno. Fue en estas instancias de aprendizaje, en las que el profe Grover (como le dicen los amigos) colaboraba con la escenografía, se encargaba del diseño de letras, el tendido y decorado de cortinajes y el manejo de la iluminación, con su buen gusto y su criterio acertado de maestro de artes plásticas.
Hasta que un día tuvo la oportunidad de hacer televisión por cuenta propia, entonces decidieron viajar a grabar a los pueblos los monumentos arquitectónicos coloniales, con la preocupación de que no había un espacio comunicacional óptimo como una ventana abierta para la difusión de la cultura; y la preferencia de alumnos y maestros por el estudio de la historia del arte; y en la combinación de ambos conceptos (pueblo y arte) es que deciden bautizarlo así, enfocando de esta manera lo educativo y cultural. En la misma época tuvo la iniciativa de realizar un concurso de historia del arte en Canal 5, Orureña de Televisión, con buena aceptación de la gente. Por entonces el profe cumplía sus veintiocho años y contaba con el apoyo de su amigo Gualberto y de Rodolfo Zuna, quien fue el principal colaborador de esta osadía, porque era el único técnico en edición de video bajo el sistema de pauteo por reloj de pulsera. El primer programa no salió obviamente el 16 de julio, sino más adelante, pero reconocieron esta fecha especial porque es el día en que dedicaron tiempo y esfuerzos para grabar y editar el primer programa que salió en diferido.
Pueblo y Arte comenzó a transmitirse en Canal 2, siguió emitiéndose en Canal 3 y continuó en Canal 5, donde permaneció buen tiempo; después se difundió en Canal 15, ocasionalmente por Coteor-Cable, hasta que llegó a establecerse en el Canal 13 RTVU. El programa indudablemente creció, veintidós personas del equipo profesional alcanzaron los multimedios, como las emisoras Pío XII, Batallón Topáter y Fides Oruro, que cobijaron al programa; en prensa ya cuentan con veinte números publicados de su revista y un libro elaborado exitosamente, y actualmente incursionan en el internet, todo esto con la única motivación y la sola razón, de continuar con el activismo educativo y cultural del profe Grover, el profe de la tele.
(*) Educador y Comunicador
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