Hecatombe en el Mundial por la eliminación de Brasil

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Sin duda que fue una hecatombe la eliminación de la selección de Brasil, luego de caer de manera catastrófica ante Alemania por 7 goles a 1 en el partido semifinal que se jugó la tarde del martes 8 de julio en el estadio Mineirao de Belo Horizonte, muchos incluso calificaron que esa derrota, fue peor que la del Maracaná en 1950.

Es verdad que Brasil no había demostrado un buen juego en la primera fase, a pesar que clasificó primero del grupo “A”, luego de ganar a 3-1 a Croacia el 12 de junio en el inicio de este Mundial; empató 0 a 0 con México el 17 de junio; para cerrar la fase de grupos ganando a Camerún 4-1 el 23 de junio.

En octavos de final, tuvo que batallar bastante para eliminar a Chile en un partido que se definió mediante la ejecución de tiros desde el punto penal.

En cuartos de final las cosas se le facilitaban un poco a los locales, tenían al frente a Colombia que nunca antes le había ganado a Brasil en su casa. Apoyados por su público los de la “canarinha” se pusieron arriba en el marcador mediante Thiago Silva a los 7 minutos y después de un dominio claro en el partido a los 69 llegó el segundo mediante David Luiz.

Analistas del fútbol, consideran que los problemas en Brasil, comenzaron a originarse en el minuto 64 de ese partido, cuando el capitán Thiago Silva, es sancionado por el árbitro español Carlos Velasco, con tarjeta amarilla, se trataba de la segunda en su haber de manera que Silva no jugaría el partido de semifinal.

Para colmo de males después del penal marcado por el colombiano James Rodríguez para el 2-1 definitivo, Zúñiga en su afán de despejar el balón, termina pegando con la rodilla a la espalda de Neymar que tuvo que ser atendido de inmediato y se le diagnosticó que tenía una fractura de la tercera vértebra de la columna, anunciando de esa manera que al crack brasileño se le acabó el Mundial.

GOLEADA

¿Acaso la ausencia de Neymar y Thiago Silva pudieron influir en el partido que les tocó jugar ante Alemania en la semifinal?, al parecer sí, porque desde el inicio del cotejo se vio a un Brasil con muy pocas ideas y lo que es peor sin alma en la cancha, contrario a ello, los alemanes ingresaron como si fuesen una máquina de hacer goles, pues no tardaron mucho en abrir el marcador y a medida que pasaban los minutos aumentaban la cuota goleadora.

Thomas Müller 11’, Klose 23’, Kroos 24’-26’, Khedira 29’ y Schurrle 70’-77’ anotaron para Alemania, Oscar en el minuto 90’ marcó el gol de honor, este resultados sin duda que dejó perplejos a los brasileños que no podían creer lo que estaba sucediendo, el favorito, el que estaba obligado a borrar el fantasma del “maracanazo” de 1950, caía de local y escribía en su historia otro mal momento futbolístico, en este caso muchos lo llaman “mineirazo”, no faltó incluso quienes se animaron a decir que esto, opacaba lo ocurrido en 1950.

PROFUNDIZAN LAS HERIDAS

Sin ánimos y sin nada que ganar, sino solo por querer despedirse de manera digna, Brasil tuvo que afrontar el partido ante Holanda para definir el tercer puesto de esta competición, el partido se desarrolló en Brasilia el sábado 12 de julio, donde la intención de quedar bien con su hinchada, fueron solo puras intenciones.

Holanda que había perdido la semifinal ante Argentina, en la ejecución de lanzamientos penales (4-2), terminó por amargarle la vida a los brasileños “echando sal en la herida”, al ganar el partido por el tercer lugar, por la cuenta de 3 goles a 0, alcanzando de esa manera la tercera colocación y Brasil se queda en el cuarto lugar, puesto que al inicio del torneo nadie se imaginaba.

Así culmina esta historia que sin duda dará mucho que hablar no solo en estos días, sino por muchos años, al igual que el tan comentado “Maracanazo”, ahora seguramente generación tras generación, se irá comentando del “mineirazo”, porque para borrar esos “fantasmas”, Brasil tendrá que organizar nuevamente una Copa del Mundo, y eso sin duda que se realizará en muchos, pero muchos años.

Fuente: LA PATRIA