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Domingo 13 de julio de 2014

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Revista Dominical

Conjuguemos el verbo ester

13 jul 2014

Por: Ximena Miralles Iporre - Directora de LA PATRIA

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El español o castellano es un idioma de por sí muy rico en palabras, pero como los humanos, más aún en la era del consumismo, somos inconformes, solemos inventarnos otras palabras más, quizás para enriquecer más nuestro amplio vocabulario.

Analizando las palabras que tenemos en Bolivia, parece que en otros lugares del mundo de habla hispana no tuvieran esos, digámosle, vicios del lenguaje, pero si escuchamos a otras personas hablando con los modismos propios de cada lugar estaremos ciertos que el español se ha enriquecido aún más con otros vocablos, los que generalmente se difunden a través de las telenovelas o las teleseries, por ejemplo la azotea (cabeza) de México o la famosa expresión “qué chido” (qué bueno); o el “vamos a tomar once” (el té), “lo pasamos chancho” (muy bien, divertido), de los chilenos; también está la remera (polera) o el “andaaaaa” (expresión para significar no te creo) de los argentinos, y muchos otros, que enumerarlos sería demasiado largo.

Pues el idioma español también tiene sus modismos en Bolivia, hay muchas palabras que derivan de otros idiomas propios de la región como el quechua y el aymara, algunas palabras que se usan en el Oriente también derivan del guaraní, por ejemplo el “chaki” (resaca), la “llajua” (aderezo picante), el “sorojchi” (mal de altura) y otras.

Entre esos bolivianismos tenemos el famoso verbo ESTER, es decir, sirve como una especie de comodín cuando no se sabe qué otra forma verbal emplear, es un tanto difícil conjugarlo ya que no decimos yo lo esto, tú lo estés, él o ella lo esté, porque otra particularidad de este término es que por lo general se lo utiliza en pasado perfecto con el auxiliar haber o para el futuro con la preposición vas a.

Me explico. Por lo general decimos lo han estido o lo van a ester, nos vamos a ester, lo he estido, además casi siempre está acompañado por el artículo neutro “lo”.

La gente común de nuestra hermosa patria Bolivia, más en el área rural que en la urbana, aunque no es excluyente, utiliza mucho el verbo, cuando no halla palabras para explicar que algo se ha echado a perder se dice “lo ha estido su coso”, “coso”, otra palabra que sirve para definir cualquier objeto.

Cuando no recuerdan o no saben cómo explicar la acción que realizarán en un futuro próximo o lejano señalan “vamos a ester… a la casa de la Rosa”, por ejemplo, o “nos vamos a ester más tarde”, o, ya que estamos en época pre-electoral “yo creo que los candidatos lo van a ester el país”.

Además que el idioma que se habla aquí no es el español o castellano puro, ya que la forma de vocalizar tiene su particularidad, no se dice “lo he estido” sino “lo hey estido”. Las redes sociales como el facebook hacen gala de palabras como esta, recientemente se podía encontrar el siguiente mensaje, en relación a la pérdida de Brasil ante Alemania en la semifinal del Mundial 2014, “Brasil se ha estido”.

El que al parecer era un genio para conjugar el verbo ester era Manuel Monroy Chazarreta, el “Papirri”, pues cuando fui a un concierto tenía a mi lado a una amiga de nombre Esther y, le pedía constantemente que lo conjugue y señalaba que esa era una de sus genialidades, aunque no lo hizo, por lo que quedé con la duda de cómo se conjugaba este verbo, que hoy por hoy resulta maravilloso, es casi como el “supercalifragilístico espialidoso” de Mary Poppins o el “churinchurinfunflais” del Chavo del 8, nadie sabe qué significa pero sirve para salir de situaciones desconcertantes.

Y “este” no sólo sirve como verbo, sino para señalar objetos o personas de las cuales no recordamos su nombre, por ejemplo, escuché decir:

- “Este…, oye… vamos a la casa del Este para ester”

- “Pero ¿no teníamos que ester antes?”

- “No, ahí nomás lo vamos a ester… donde el Este”

Al escribir este diálogo además recordé que “oye” es otra interesante muletilla que se usa mucho en Bolivia, si un niño desobedece se le dice “óye”, si están haciendo algo indebido, así sean varios… “óye”, para llamar la atención de alguien “oyé”, como se puede ver todo depende de dónde lleve el acento la palabreja para saber si se está regañando o a qué acción corresponde el “oye”.

Asimismo, en Bolivia cada región tiene sus modismos, pues en Santa Cruz el “pues” no es el mismo que en Oruro, en el departamento altiplánico se diría “ps”, “sips, nops, yaps”, en cambio en el oriente se diría “pueh”, “ya pueh, elay pueh, o simplemente pueeeeh”.

De ahora a unos años más adelante no sabemos qué otras genialidades nacerán de este pueblo bendito, formando parte de lo que el Papirri llamaba “metafísica popular”, mientras tanto lo vamos a seguir estiendo, si es que así se dice.

Para tus amigos: